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"Ocho meses sin poder subirme al Metro por mi casa... hoy fue peor"

Millones de mexiquenses llegan para conectarse con la Ciudad de México, la situación siempre es la misma. En horas picos, ningún transporte es suficiente. 

CIUDAD DE MÉXICO.- Faltan 10 minutos para las nueve de la mañana en la estación Buenavista del Metrobús.

En cada acceso, 60 personas esperan apretujadas y rebasando las líneas amarillas de seguridad a que el autobús llegue. El reloj corre.

Cuando el autobús rojo con destino a "La Joya" se asoma por fin ya no cabe nadie, pero todos esperan entrar y algunos sí que lo logran. Al intentar bajar a través del tumulto una mujer da un paso en falso y cae en el espacio vacío entre el metrobús y la estación.

Nadie se detiene y nadie se mueve del espacio que les ha costado valiosos minutos ganar. La prioridad es entrar, como sea. Y ella se para sola, antes de que el metrobús avance y le fracture la pierna.

En esta estación, donde millones de mexiquenses llegan para conectarse con la Ciudad de México, la situación siempre es la misma.
En horas picos, ningún transporte es suficiente y la gente no para de salir de la última estación del Tren Suburbano y de la Línea B del Metro.

Adela Duarte vive a unas cuadras del metro Ecatepec, en el Estado de México, y desde hace ocho meses, según se acuerda, no se ha podido subir por las mañanas.

"El servicio es nefasto y siempre va bien lleno, yo me regreso mejor a Ciudad Azteca. Y no para irme sentada, sólo para poder entrar".

Se estima que 60 por ciento de usuarios del transporte público capitalino son del Estado de México.

La señora Adela dice que en el Metro que pasa enfrente de su casa la gente siempre se pelea por entrar. "Uy, las peleas son del diario y a veces no se puede avanzar por eso mismo".

Organizaciones como el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP) ha alertado que debido a la falta de empleo, la mayoría de los mexiquenses tiene que trasladarse durante horas para llegar a la ciudad. Y quienes pueden, optan mejor por comprar un coche, por considerar que es mucho más seguro. Lo que incrementa la contaminación y el tráfico.

Como Carlos Juárez, que usó ayer el tren suburbano. La primera vez en cinco años que se sube al transporte público.

"Yo tengo un coche, pero el Hoy No Circula sí me afectó. Es nuevo, es un modelo 2014. Me tengo que acostumbrar, es la primera vez que uso el transporte público como en cinco años. Aparte la inseguridad, yo no voy seguro, no puedo cargar todas las cosas que cargo en el carro".

Decidió tomar un taxi hacia Reforma, y le cobró 90 pesos. Le pareció demasiado caro. Fue hoy a un curso, pero ya va de regreso a su casa.

Pero Alfredo Moctezuma, que vive en Cuautitlán, y trabaja en la colonia Del Valle, ha encontrado que el transporte público le va mejor. Tiene siete años sin llegar en su automóvil. Él prefiere dejar su coche en su casa, para que su esposa lleve a los niños a la escuela. No le gusta que los lleve en la combi, porque es muy inseguro y caro el transporte en el Estado, dice.

"En coche hasta acá me haría más de dos horas, en el tren suburbano llegó como en una hora y cuarto, la verdad prefiero ahorrarme ese tiempo".

Lucio Gómez es taxista y hoy dice que recogió buen pasaje. Ya está resignado, porque el jueves "le toca poner su granito de arena" y dejar de circular. Pero no cree que la medida ayude a nadie, "siempre hay algo diferente…y vea: seguimos teniendo contaminación".

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