La Procuraduría y Tribunal de Justicia de la Ciudad de México ofrecieron este jueves una disculpa pública a Lorena González Hernández, al reconocer que fue injustamente acusada por el secuestro y homicidio de Fernando Martí, hijo del empresario Alejandro Martí, por lo cual estuvo seis años, 10 meses y 11 días en prisión.
"La Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México por mi conducto y a nombre de todo el personal, de frente, con todo respeto, acepta el reconocimiento de responsabilidad y ofrezco una disculpa pública a Lorena González y su familia", le dijo Ernestina Godoy, procuradora capitalina.
"Es mi responsabilidad ofrecer una disculpa pública y una promesa, la promesa de empeñar todos los recursos públicos a nuestro alcance para lograr una consolidación en materia de derechos humanos", completó Rafael Guerra, presidente del Tribunal de Justicia de la Ciudad de México.
Godoy señaló que la disculpa busca dignificar el honor de Lorena. Agregó que la ilegal detención, violación al debido proceso y presunción de inocencia, en perjuicio de la mujer se dio en el contexto en el que, desde el Gobierno, se alimentaban la fabricación de culpables y se criminalizaban para llenar las cárceles, antes que dotar de certeza jurídica a las partes en los procesos.
Asimismo, reconoció que la detención arbitraria de Lorena, el 5 de septiembre de 2008, se hizo con base en un llamado anónimo y sin que existiera una denuncia, además de que se fabricaron acusaciones, hubo testigos inexistentes y su culpabilidad se alentó en los medios de comunicación, entre otras anomalías.
En tanto, Lorena González aceptó la disculpa y exigió un futuro con justicia en instituciones con compromiso.
"Acepto la disculpa porque necesito y exijo un futuro con justicia e instituciones con compromiso, y que sus conocimientos y fuerza las dirijan hacia ello", dijo González.
Acusó que el Estado mexicano frustró su proyecto de vida, a través del uso abusivo y arbitrario del poder político mediante el cual se le acusó de un delito que no cometió.
Rodrigo Higuera, abogado de Lorena, consideró que esta disculpa deja de manifiesto que su cliente no fue culpable y que vivió una injusticia, lo que no solo implicó su injusta privación de la libertad por siete años, sino a la llevó vivir este tiempo en una constante angustia.
Contó que, durante ese tiempo, Lorena iba a dormir todos los días sin saber si al amanecer iba a dejar la prisión, no porque no estuviera convencida de su inocencia, sino porque sabía que se enfrentaba a todo el aparato de justicia, incluidos los organismos defensores de derechos humanos que la abandonaron.
De hecho, dijo que uno de sus deseos era que la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México también ofreciera la disculpa pública a Lorena González, porque también "falló gravemente" en su trabajo para hacer justicia.
La disculpa se da con base en la recomendación 64/2018 de la CNDH, en la que se acreditó que Lorena González fue víctima de detención arbitraria, fabricación de culpables, tratos crueles e inhumanos y arraigo ilegal, hechos que derivaron en su injusto encarcelamiento durante 6 años, 10 meses y 11 días. Fue liberada el 15 de julio de 2015.
Actualmente Lorena González Hernández, es licenciada en Derecho y Negocios Internacionales y tuvo una carrera de 20 años en la desaparecida Procuraduría General de la República (hoy Fiscalía General) y la Policía Federal.
En el acto solemne, realizado en el Museo de la Ciudad de México, además de Lorena González también asistieron el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Luis Raúl González y la activista María Elena Morera.