Jorge Castillo, operador en la sombra de Gabino Cué, ha amasado una fortuna de más de 7 mil millones de pesos durante la gestión del actual mandatario de Oaxaca, de acuerdo con información documental, en poder de este diario.
Castillo Díaz, mejor conocido como El Coco, no tiene cargo público en el estado, pero es el responsable de cabildear contrataciones gubernamentales. Llegó a tener un nombramiento como representante del gobierno oaxaqueño en la capital del país pero, en realidad, su trabajo siempre ha sido tras bambalinas.
Por ello, la falta de cargo público no ha sido obstáculo para incrementar su patrimonio y permitirle comprar propiedades en el estado donde, incluso, recibe a funcionarios de gobierno.
Documentos en poder de El Financiero dan cuenta de la existencia de 26 cuentas a nombre de Castillo Díaz o de sus cercanos, abiertas entre 2010 y 2014 en instituciones bancarias como Bancomer, Scotiabank y HSBC.
Los depósitos suman 7 mil 401 millones 27 mil 467 pesos. El 84 por ciento de éstos se realizaron en 20 cuentas abiertas en 2014.
En el año 2000, cuando trabajaba en la Secretaría de Gobernación, su salario rondaba los 12 mil pesos.
Cuentas de estos mismos bancos y a nombre de Castillo fueron congeladas por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) hace un año, como consecuencia de un adeudo fiscal por 64 millones de pesos.
Un solo grupo
Amigo de Cué Monteagudo desde la adolescencia, a principios de los 90 se integra al grupo político liderado por Diódoro Carrasco, en ese entonces gobernador de la entidad y actual secretario de Gobierno de Puebla.
Ahí hace equipo con José Antonio Estefan Garfias, hoy candidato de la alianza PAN-PRD al gobierno de Oaxaca y que en ese momento fungía como secretario de Finanzas de Carrasco Altamirano.
La relación entre buena parte del grupo se trasladó a Bucareli, cuando Diódoro Carrasco fue nombrado secretario de Gobernación, Gabino Cué se convirtió en su secretario particular (posteriormente ocuparía la subsecretaría de Comunicación Social) y Castillo Díaz ocupó la dirección general de Recursos Materiales. En ese cargo estuvo involucrado en un fraude en la compra de un avión y la Secretaría de la Función Pública lo inhabilitó por cinco años.
Benjamín Robles, candidato a gobernador de Oaxaca por el PT, denunció ante la Procuraduría General de la República (PGR) las prácticas del Coco Castillo, quien también ha sido acusado de hacer negocios con los medicamentos que compra el sector salud del estado.
En su denuncia –presentada en agosto de 2015 cuando aún era senador en activo–, Robles Montoya acusó Castillo Díaz por presunto tráfico de influencias y enriquecimiento ilícito. Además, aseguró que cualquier negocio que se deseara hacer en Oaxaca tenía que pasar por el escritorio de este personaje y que, producto de ello, su fortuna ya rondaba los 2 mil millones de pesos.
Los prestanombres
Entre los prestanombres para abrir cuentas de El Coco Castillo se encuentra su hermano Antonio Castillo Díaz y otros presuntos familiares identificados como Alejandrina Díaz Rodríguez y Graciela Adriana Díaz Rodríguez. Todos ellos abrieron cuentas en Bancomer.
En Scotiabank y HSBC tienen cuentas, que en realidad son de Castillo Díaz, sus amigos Miguel Carranza Guasch, Claudia Montserrat Calleja Gómez y Jorge Guillermo Ramírez Bolaños.
De los prestanombres, el más conocido es Carranza Guasch, quien en la administración de Gabino Cué ha trabajado en la Secretaría de Gobierno, en el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca y en el Instituto Estatal de Educación Pública.
Además de prestar sus nombres para abrir cuentas con dinero de Castillo Díaz, estas personas también aparecen como beneficiarias en las cuentas que sí están registradas a nombre de El Coco Castillo.
En las que abren ellos, el beneficiario es el operador de Gabino Cué lo que permite concluir que el grupo está relacionado entre sí.