CIUDAD DE MÉXICO.- En los primeros tres meses del año, en México se registraron mil 211 perforaciones ilegales para el robo decombustible en los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), lo cual significó 57.8 por ciento más que el mismo periodo de 2014, en donde la "ordeña" de hidrocarburos fue de 767 ataques a esta red de suministro, revela un estudio del Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República.
Y mientras la reforma que castiga estos delitos se quedó en la congeladora legislativa en el pasado periodo de sesiones, el informe establece que de seguir esta tendencia, para finales de 2015 se estima que las perforaciones ilícitas alcanzarán la cifra de 4 mil 800 tomas.
En ese sentido, el documento puntualiza que las pérdidas para Petroleos Mexicanos por este fenómeno serán las mayores de su historia, al tomar en cuenta que el año pasado fueron de 19 mil millones de pesos, es decir, más que el presupuesto destinado al Instituto Nacional Electoral (INE) para 2015, que fue de 18 mil 572 millones 411 mil 236 pesos.
De acuerdo al informe de ese organismo senatorial, el total de tomas clandestinas en ductos registradas a final de 2014 alcanzó la cifra de 11 mil 440 y las pérdidas ascendieron a 19 mil millones de pesos, que equivalen al 4.4 por ciento de las ventas totales en el territorio nacional de gasolina tipo Magna y Premium.
A este desfalco que sufre la empresa productiva del Estado mexicano se añade el costo que significa reparar una toma, el cual oscila entre 120 mil y 250 mil pesos, así como el tiempo que involucra, que es de aproximadamente 24 horas, y que además trae como consecuencia la interrupción del suministro de hidrocarburos a diversos centros de consumo.
Como consecuencia de esto, Pemex erogó para los trabajos de reparación de ductos 45.3 millones de pesos en mano de obra; las composturas costaron 360 millones: el pago por saneamiento de áreas afectadas por derrames fue de 230.9 millones de pesos, y la interrupción de bombeo y transporte costó mil 356 millones de pesos.
El informe resalta que de 2010 a 2014 las tomas clandestinas pasaron de 691 a 4 mil 127, y que tan solo en 2013 el robo de combustible ocasionó pérdidas económicas superiores al presupuesto asignado a la Secretaría de Energía y mayor en 600 millones al presupuesto de la Cámara de Diputados.
También destaca que cada dos horas se perforan ductos para extraer combustible de manera ilegal.