CIUDAD DE MÉXICO.- La secretaria de Gobierno de la Ciudad de México, Patricia Mercado, tomó el mazo, se puso guantes y casco y desde el 2 de junio pasado se ha erigido como la principal promotora de que las constructoras respeten la ley.
Sólo en la delegación Cuauhtémoc 17 predios están en proceso de demolición, y no son viviendas de interés social, sino departamentos que llegan a tener un valor de 11.9 millones de pesos.
Ese fue el caso del edificio en Mérida 169, colonia Roma, lugar de la última demolición (13 de julio) por rebasar los niveles permitidos; pero las demoliciones continuarán. La Secretaría de Gobierno adelantó que esta semana se realizará una más, sin detallar la zona.
De acuerdo con los directores generales de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi) y de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI), el gobierno capitalino tiene 30 predios en proceso de demolición.
En octubre de 2015, la delegada de Miguel Hidalgo, Xóchitl Gálvez, también se dio a la tarea de derribar construcciones por el rebase de niveles. Hasta ahora, sólo en esa demarcación se han demolido pisos en 11 construcciones, principalmente en Polanco y las Lomas.
Por violar las reglas de construcción, las desarrolladoras sufren pérdidas económicas. Primero la demolición. El costo de la destrucción de niveles excedidos rebasa el millón de pesos, el cual debe ser devuelto al gobierno capitalino a través de un crédito fiscal.
Sin embargo, además de ese gasto, las constructoras pierden más de lo que invierten, hasta el punto de mantener proyectos inviables, de acuerdo con Manuel González, director general de la Canadevi.
"Si se tiene derecho a tres niveles y hacen cinco, pues significa que cerca del 50% está perdido. Les sale muy caro. Es una tontería", asegura a El Financiero.
Además, de acuerdo con María José Fernández, titular de la ADI la pérdida para la constructora incrementa si el predio o los departamentos se pusieron a la venta.