La propuesta de etiquetado frontal para alimentos y bebidas le quitará el poder de decisión a los consumidores, dijo el presidente del Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico), Jaime Zabludovsky.
"Coincidimos con que hay un gran problema de obesidad y sobrepeso. Creemos que el consumidor necesita un etiquetado que lo informe, que le permita comparar entre productos, identificar productos y le permita tomar decisiones informadas, y el etiquetado que se está proponiendo se aleja de estos tres principios", indicó en entrevista con Javier Risco para La Nota Dura.
Jaime Zabludovsky señaló que con el nuevo etiquetado, los productos tendrían etiquetas iguales, con leyendas como 'exceso de calorías' y 'exceso de azucares', aunque las cantidades de calorías sean diferente en cada uno de ellos.
"El etiquetado actual te dice que este producto 284 calorías y este tiene 250, y este etiquetado (el nuevo que se propone) los trata idénticamente, este es un problema de este etiquetado", detalló el directivo mostrando productos con los etiquetados actuales y los que se están proponiendo.
Añadió que el nuevo etiquetado llama la atención, pero es poco útil.
"Este etiquetado es muy efectivo para llamar la atención, pero es poco útil para tomar una decisión informada", agregó.
En mayo pasado, el Pleno de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió que el etiquetado nutrimental en alimentos y bebidas envasadas, vigente desde 2014, no viola los derechos humanos a la salud, a la alimentación sana y acceso a la información.
Negó un amparo a la organización 'El Poder del Consumidor', quien impugnó los lineamientos de etiquetado previstos en el Reglamento de Control Sanitario de Productos y Servicios.
Dicha ONG alegó que el actual sistema de etiquetado, expedido por la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), no distingue claramente entre los azúcares intrínsecos (que no dañan a la salud) y azúcares extrínsecos o agregados (que sí dañan la salud).
Consideró que no distinguir entre dichos azúcares puede generar una confusión en el consumidor a la hora de adquirir los productos y causar un daño a su salud.
En tanto, la asociación civil insta por un etiquetado de semáforo -con colores- para que sea entendible para los niños.