Cuernavaca, Morelos.- En menos de un mes, los enfrentamientos al interior del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Morelos, del poblado de Atlacholoaya en Xochitepec, dejaron nueve muertos, por la disputa del control del penal entre grupos delincuenciales, principalmente entre Los Rojos y del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Ayer por la mañana, internos del área de máxima seguridad burlaron al personal de custodia para brincar a la zona de ingresos donde se registró una trifulca entre reos, en el dormitorio 13, lo que dejó dos reclusos muertos y 30 más heridos, por armas conocidas como "puntas".
Entre los fallecidos se encuentra Miguel Ángel Benítez Ruíz, alias "El Chisto", quien fuera jefe de plaza de Los Rojos y segundo al mando de ese grupo, y quien había sido sentenciado a 40 años, por secuestro agravado, violación y delincuencia organizada, en 2013.
Asimismo, se informó que otro de los reclusos fallecidos en la riña fue Felipe "N", "El Limón". El ataque derivó en el traslado de reos peligrosos a penales de máxima seguridad, al Cefereso número 12, en Guanajuato.
Entre los internos que fueron enviados a otras cárceles federales están Alexis Oswaldo "N", alias "El Carretito", hijo de Santiago Mazari, "El Carrete", líder de Los Rojos, actualmente preso en el penal de Puente Grande, Jalisco, así como Mauricio Gerardo "N", alias "La Kika", también miembro de dicho grupo delictivo y detenido también el 1 de agosto.
Sin embargo, el pasado 29 y 30 de octubre, en este mismo centro penitenciario, una riña y un motín entre miembros del crimen organizado, en el que incluso sometieron a más de 40 custodios, dejaron como saldo siete internos muertos.
En ese ataque, el 30 de octubre, fueron asesinados con armas punzocortantes seis internos, entre estos Raymundo Isidro "N", "El Ray", quien fuera líder del CJNG y fue detenido en marzo, en Puebla.
En ese entonces, en rueda de prensa, el secretario de Gobierno de Morelos, Pablo Ojeda Cárdenas, informó, después de dos enfrentamientos violentos, que el penal ya estaba bajo control de las autoridades estatales y se había establecido un cinturón de seguridad por parte de la Guardia Nacional, Policía Federal y Secretaría de la Defensa Nacional, para que, en caso de otra riña, se controlara de inmediato.
De igual modo, esta semana, el titular de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, Raúl Hernández, hizo una revisión al interior del penal y calificó como "preocupante" la situación de la prisión, porque no se han disminuido los ataques.