El número de niños migrantes repatriados de Estados Unidos a México (acompañados y no acompañados) repuntó en los primeros cuatro meses de 2018.
De enero a abril, Estados Unidos ha regresado a 4 mil 40 menores mexicanos, de los cuales 3 mil 583 viajaban solos. Una cifra mayor a la de 2017, cuando volvieron 2 mil 443 niños, mil 797 de ellos no acompañados, en el mismo periodo.
Existe una similitud en el incremento de las deportaciones de menores migrantes desde México hacia países centroamericanos: de 9 mil 995 menores repatriados en los primeros cuatro primeros meses de 2018, tres mil 614 son no acompañados, una cifra mayor a la registrada en 2017, cuando fueron repatriados 5 mil 460 menores migrantes, y 2 mil 62 niños no acompañados.
En ambos casos, 2017 fue el año en el que el retorno de niños migrantes tuvo los menores índices desde 2014, año en el que se disparó la migración de niños.
De acuerdo con la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación, los años con más repatriaciones desde México fueron 2015 y 2016, con 38 mil 514 y 40 mil 114 niños, respectivamente; de los cuales 20 mil 368 y 17 mil 557 viajaban solos.
Por lo anterior, si las repatriaciones continúan al nivel que hasta ahora se han llevado, las cifras de este año podrían ser similares a los de mayor repunte.
Por ejemplo, en los primeros cuatro meses de 2016 México retornó a 9 mil 990 niños, de los cuales 4 mil 921 eran no acompañados.
Organizaciones sociales han puesto énfasis en la necesidad de atender el caso de los niños migrantes, pues ya sea en el tránsito o la deportación, existen riesgos de que sean cooptados por el crimen organizado. "Se han ido perdiendo parte de los niños y terminan en manos de traficantes, en dos temas, en el crimen organizado, como halcones, y por otro lado, como menores de circuito. El crimen se aprovecha de ellos para que trafiquen", cuenta a El Financiero, Eunice Rendón, de Agenda Migrante.
La especialista asegura que en los últimos años se ha escuchado el calificativo de "niños de circuito", u que identifica a los menores que se convierten en "coyotes".
De acuerdo con Eunice Rendón, al ser menores de edad, los niños no pueden ser detenidos por las autoridades de Estados Unidos, lo que los hace blanco fácil para entrar y salir del país americano con el único riesgo de ser deportados.