CIUDAD DE MÉXICO.- Colima se encuentra hundido en la violencia. En lo que va de la administración de Ignacio Peralta Sánchez se triplicó el número de homicidios. En febrero de 2016, cuando asumió el cargo, Colima tenía 23.08 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes, hoy registra 72.45.
La entidad gobernada por el priista ocupa el deshonroso primer lugar de las entidades con más homicidios dolosos en el país.
La tasa de crímenes es muy superior a la que registran entidades como Guerrero, con 56.96 asesinatos por cada 100 mil habitantes; Sinaloa, con 35.22; Baja California registra 29.54; Morelos tiene 28.41; Zacatecas, con 26.25; Michoacán, con 25.26, o Tamaulipas, que suma 15.32.
La crisis que vive Colima en materia de seguridad pública y procuración de justicia tiene en riesgo la gobernabilidad del estado que, al inicio de la presente administración, ya de por sí estaba mermada.
"La violencia y la delincuencia son los principales problemas de gobernabilidad en Colima", reconoció Peralta Sánchez en el Plan de Desarrollo 2016-2021, en el que prometió abatir los índices de inseguridad.
En dicho documento, que Peralta Sánchez difundió al inicio de su administración, señaló que las capacidades institucionales del estado son limitadas para enfrentar al crimen.
A la fecha, dichas capacidades no crecen. Y es que Colima, entidad que tiene 650 mil habitantes, cuenta con apenas 2 mil 500 policías (1 por cada 260 habitantes), de los cuales 850 son estatales, 580 ministeriales y mil 70 municipales.
Peralta Sánchez y especialistas coinciden en que la inseguridad en el estado es, en parte, por las disputas del crimen organizado que buscan el control del Puerto de Manzanillo, una de las principales entradas marítimas al país.
Pero Peralta Sánchez fue más allá y acusó directamente a Felipe Calderón y su estrategia contra el crimen del deterioro de la seguridad en Colima.
No obstante, se comprometió a reducir la inseguridad en un 10 por ciento anual, reducir el número de homicidios, sin explicar en qué porcentaje, y a convertir a Colima en una de las entidades más seguras del país.
Cumplir esa promesa se antoja difícil. El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública muestra que en lo que va de la administración de Peralta la violencia creció.
Por ejemplo, entre enero y noviembre de 2015 hubo 136 homicidios dolosos en Colima, y en el mismo lapso de 2016, ya en la administración de Peralta Sánchez, hubo 533 asesinatos dolosos, es decir, 397 crímenes más, lo que significa un incremento del 300 por ciento.
Otros delitos de alto impacto como la extorsión y el robo de vehículos también se incrementaron en un 300 y 150 por ciento, respectivamente.