Menos de siete segundos bastaron para que uno de los ladrones de la Casa de Moneda desarmara al guardia del lugar. Posteriormente sus cómplices pudieron ingresar y extrajeron un botín de mil 567 centenarios y relojes de colección, valuados en 55 millones de pesos.
Los videos del atraco ocurrido el martes pasado, que se dieron a conocer ayer en varios medios de comunicación y en redes sociales, muestran cuando uno de los delincuentes, vestido con un suéter oscuro y con una maleta en la mano, se aproxima a los estantes de la tienda de la Casa de Moneda, que eran custodiados por un guardia de seguridad.
Con un movimiento rápido, el ladrón amenaza al guardia y le quita el arma de cargo. El vigilante únicamente se queda con las manos en alto, mientras los dos cómplices llegan rápido y amagar a dos empleados para comenzar a sustraer las monedas de oro.
En todo momento los delincuentes actuaron con tranquilidad y naturalidad, lo que fortaleció la teoría de las autoridades, de que tenían perfectamente estudiado el lugar y que, incluso, es posible que hayan contado con la participación de algún empleado de la Casa de Moneda, quien les facilitó el robo.
Dicha hipótesis se apuntala también en el hecho de que los protocolos de seguridad fallaron, de acuerdo con la policía, y que los criminales ingresaron al edificio "con mucha facilidad".
El delito, cometido la mañana del martes 6 de agosto en pleno Paseo de la Reforma, es uno de los atracos de más alto perfil cometidos en la Ciudad de México en años recientes, y que acaparó la atención a nivel internacional.
El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró ayer que los delincuentes ya han sido plenamente identificados por la policía. Además, las autoridades aseveran que ninguno de los implicados en el robo ha abandonado la Ciudad de México y, por ello, su búsqueda se ha concentrado por completo en la capital.
Pese al elevado monto del botín sustraído, varios joyeros consideran que pasará tiempo antes de que los delincuentes puedan beneficiarse de él.