Mientras la Ciudad de México y los municipios conurbados aplican el programa Hoy No Circula para reducir la contaminación y el tránsito, ciudades alrededor del mundo han optado por dar un paso más adelante al implementar medidas que van desde la creación de zonas libres de autos hasta el control de la ventas de carros nuevos.
Un punto crucial para la reducción de la saturación del tránsito y las emisiones contaminantes es la combinación de factores como transporte público, restricciones y tecnología, según Bernardo Baranda, director para Latinoamérica del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP, por sus siglas en inglés).
Como una alternativa para reducir el tránsito, Singapur ha impuesto tarifas dinámicas en diferentes zonas de la ciudad cuyo costo se incrementa a medida que aumentan el número de carros, lo que alienta a que la gente opte por usar el transporte público en lugar del automóvil.
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En ciudades europeas como es el caso de Utrecht, en Holanda, se construyen estacionamientos en la periferia de la ciudad para los visitantes, con lo que los alientan a dejar sus autos en estas zonas especiales.
"Se hace para alentar que la gente estacione su carro y después use un medio de transporte limpio en el último kilómetro que tenga que trasladarse", dijo Robin Berg, fundador de la empresa LomboXnet, una startup que busca construir una red de estaciones de carga para autos eléctricos conectada a la red eléctrica de la ciudad.
Además, en países como Suecia y Alemania, diversas ciudades han optado por cerrar sus zonas céntricas al tráfico y dando acceso sólo a quienes decidan pagar una cuota o a medios de transporte verdes.
El uso de la bicicleta al estilo del programa Ecobici de la CDMX, ha sido incentivado en ciudades europeas como Copenhagen, en Dinamarca, donde han construido una ciclovía en todas las arterias principales de la ciudad, lo que ayudó a que el uso de este medio de transporte se incrementara 100 por ciento entre 1990 y 2000.
La mejora de la calidad de las gasolinas no se debe dejar de lado, según Luis Manuel Guerra, director del Instituto de Asistencia en Investigaciones Ecológicas (INAINE).
"En el caso de Los Ángeles se cambió la composición de los combustibles haciendo gasolinas oxigenadas que permitieron la reducción de óxidos de nitrógeno", declaró Luis Manuel Guerra.