CIUDAD DE MÉXICO.- En 16 años, el presupuesto del Congreso aumentó en 101 por ciento en términos reales (cifras deflactadas) de 2000 a la fecha y pretende, para 2017, –aunque ya se están arrepintiendo– un presupuesto de más de 15 mil millones de pesos, a pesar de que persiste opacidad en el manejo de los recursos e ineficiencia en el trabajo legislativo.
De acuerdo con el último reporte legislativo de la empresa Integralia, el presupuesto Legislativo pasó de 4 mil 040 millones 357 mil 474 pesos en el año 2000, a 14 mil 101 millones 599 mil 051 pesos, en 2016, un incremento de 101 por ciento en términos reales.
No obstante y aunque el Congreso exige cuentas y revisa el gasto de los otros Poderes de la Unión, no da cuentas de los gastos que sus bancadas ejercen.
De acuerdo con Integralia, "los vacíos legales para justificar y transparentar el gasto han permitido que estos recursos funcionen en ocasiones como 'caja chica' de los coordinadores parlamentarios".
Detalla que entre septiembre de 2015 y abril de 2016, por ejemplo, los seis coordinadores de la Cámara de Diputados recibieron 859.97 millones de pesos, pero se desconoce el destino que se le dio a tales recursos. En el caso del Senado, ni siquiera se tiene información disponible de las partidas que se asignaron a los coordinadores de las cinco bancadas en el mismo lapso.
En su reporte, la empresa recomienda reducir el monto de las subvenciones a los grupos parlamentarios y transparentar su uso, pues señala que "la reforma constitucional en materia de transparencia, así como la nueva Ley General de Transparencia, obligan a los grupos parlamentarios a abrir la información de sus ingresos y gastos".
Otra área de opacidad, señala, se da en la asignación de bonos y recursos para labores de gestoría.
Por lo que toca a la eficiencia en el trabajo legislativo, Integralia resalta que en lo que va de la LXIII Legislatura del Congreso (septiembre 2015-agosto 2016) "hay un elevado activismo legislativo que se traduce en un número creciente de iniciativas de ley, la mayoría de las cuales no se dictamina, hay un uso extenso de la tribuna para fijar posiciones políticas mediante exhortos y puntos de acuerdo y un deficiente funcionamiento del sistema de comisiones.
De acuerdo con las cifras, en este lapso se presentaron 627 iniciativas en el Senado, de las cuales sólo se aprobó el 2.9%, 2.4% fueron desechadas, 1% retiradas y 94.6% quedaron en la congeladora.
En la Cámara de Diputados se presentaron mil 615 iniciativas, se avalaron 5.4%, 77.6% quedaron pendientes, 7.4% fueron desechadas y 9.6% fueron retiradas.
De las 22 iniciativas de ley que envió el Ejecutivo a la Cámara de Diputados, 18 fueron aprobadas; es decir, el 63.6% por ciento, el resto están pendientes.
Al Senado el Presidente envió 11 iniciativas, de las cuales 10 siguen pendientes, el 90.9 por ciento.