Para muchos, un tatuaje es una expresión puramente de belleza y decoración. Al ser la piel el órgano más extenso del cuerpo humano, es el lienzo ideal para plasmar experiencias, recuerdos y creatividad. Esta expresión aún lucha contra los estigmas convencionales, pero en conjunto puede dar una muestra de un estilo gráfico característico que emana desde las pieles.
La búsqueda para definir un estilo visual fue lo que abordó la doctora Carolina Romero Patiño, quien a través de su tesis doctoral buscó encontrar una identidad recurrente entre los tatuajes de los mexicanos, por lo que recurrió a artistas tatuadores, convenciones de aficionados y personas tatuadas de ciudades como Guadalajara, Cuernavaca, Oaxaca, Monterrey y Ciudad de México.
"Lo que me interesó investigar fue ese sentido que se da al tatuaje mexicano; llevo trabajando el tema desde 2006 en Colombia y desde ahí descubrí mucho sobre los estilos de tatuaje, y en México mi propuesta fue preguntarme qué hay detrás de todo eso que se podría denominar como un estilo de tatuaje mexicano", señala en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt.
El trabajo de la investigadora reveló que existen dos estilos que sobresalen en la piel de los mexicanos tatuados. Por una parte, Romero Patiño encontró una tendencia hacia el estilo 'Prehispánico', con mayor presencia en el centro del país; este se manifiesta en tatuajes relacionados con piezas arqueológicas o reinterpretaciones de deidades del México antiguo.
"México tiene una cultura ancestral muy diversa, así que los tatuadores han tenido como ese archivo o banco de imágenes con los cuales se han podido inspirar para construir un estilo de tatuaje mexicano prehispánico", explica Romero Patiño, originaria de Bogotá, Colombia.
Mientras que el segundo estilo que identificó fue el 'Chicano', una corriente gráfica que se caracteriza por contemplar trazos en escalas de grises y con su influencia de movimientos migratorios y experiencias de la población de origen mexicano que reinterpreta sus vivencias en Estados Unidos.
"Quizás con el estilo 'Prehispánico' la gente realiza una búsqueda de significado ancestral de lo que sería México antes de la Conquista y de lo que es hoy. En el tatuaje 'Chicano' hay una expresión de qué es ser mexicano pero en un contexto migratorio, económico y binacional con Estados Unidos".
Esta investigación, Estéticas itinerantes-reinvenciones corporales: el tatuaje mexicano en el contexto global, le otorgó a Carolina Romero Patiño el grado de doctora en ciencias sociales en el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social de Occidente (CIESAS).
Enigmas en los estigmas
Desde hace una década, a Carolina Romero le interesaban los tatuajes, aunque no como su objeto de estudio. La inquietud nació luego de que las personas que frecuentaba tenían tatuajes, algo normal para ella pero que era un tabú para otros en ese entonces, todo esto la llevó a buscar en la antropología una interpretación y comprensión diferente sobre los tatuajes.
"Los tatuajes cargan un estigma muy grande desde hace tiempo, si alguien tenía un tatuaje, no lo bajaban de delincuente o una persona que estuvo en la cárcel, y cuando empecé a relacionarme con personas tatuadas no veía eso, encontré otras explicaciones de por qué la gente se tatuaba", puntualiza.
Romero Patiño comenta que utilizó la antropología para buscar explicaciones desde que inició con sus estudios sobre el tatuaje. Posteriormente, ya en México, decidió dirigir su investigación hacia la antropología del arte para explicar el estilo mexicano, como una expresión artística característica de una población que, según señala, no ha visto en otro país de Latinoamérica.
"Me interesó investigar el tatuaje en México como un aporte o reconocimiento al tatuaje que se podría denominar mexicano y que ha sido invisibilizado a nivel mundial pero que existe, y que dentro de los estilos más reconocidos se podrá decir que existe el estilo de tatuaje mexicano, que cuenta con toda una riqueza de cultura visual y tradición", concluyó.