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El Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO inscribió en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad a la Romería de la Virgen de Zapopan.
Esta es la manifestación religiosa y cultural con mayor arraigo en Jalisco que se celebra anualmente desde 1734.
Con esta declaratoria, México tiene nueve elementos considerados Patrimonio Cultural Inmaterial, resaltó Francisco Javier durante la reunión en Port Louis, República de Mauricio, África.
Así, la Romería de la Virgen se suma a las Festividades indígenas dedicadas a los muertos (2008), la ceremonia ritual de los voladores (2009), lugares de memoria y tradiciones vivas de los otomí-chichimecas de Tolimán: la Peña de Bernal, guardián de un territorio sagrado (2009), La cocina tradicional mexicana, cultura comunitaria, ancestral y viva- El paradigma de Michoacán (2010), Los parachicos en la fiesta tradicional de enero de Chiapa de Corzo (2010), La pirekua, canto tradicional de los p'urhépecha (2010), El Mariachi, música de cuerdas, canto y trompeta (2011), y la charrería, tradición ecuestre en México (2016).
El Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial valoró esta tradición cultural y religiosa que se produce cada año en Jalisco de mayo a octubre.
La celebración comienza con el peregrinaje de la imagen de la Señora de la Expectación de Zapopan por barrios, parroquias, hospitales, mercados, fábricas, escuelas y cárceles del Área Metropolitana de Guadalajara, acompañada de una serie de actividades religiosas, artísticas y culturales que ofrecen los devotos en su honor, incluyendo un paseo por el Lago de Chapala, hasta culminar en la Catedral de Guadalajara.
El 12 de octubre por la madrugada, la imagen de La Generala, como también se le conoce localmente, sale de la sede arzobispal y comienza La Llevada a su Basílica en Zapopan. Un recorrido de casi 9 kilómetros por las calles de la ciudad, acompañado de danzas, música, rezos y pirotecnia, en el que participan más de 30 mil danzantes.
Las familias locales han conservado hasta la actualidad la tradición que inició en el siglo XVI con los recorridos de la "Virgen Peregrina" y que se consolidó adquiriendo su expresión actual como un ciclo de peregrinaje con la participación de casi tres millones de personas y un multitudinario retorno a su Basílica desde el siglo XVIII.