Ocho meses después de que integrantes del Cártel de Sinaloa tomaran la ciudad de Culiacán y pusieran en jaque al ejército mexicano, el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que la decisión de liberar a Ovidio Guzmán, uno de los hijos de Joaquín 'El Chapo' Guzmán, la tomó él.
"Yo ordené que se detuviera ese operativo y que se dejara en libertad a este presunto delincuente", dijo el mandatario este viernes.
El 17 de octubre de 2019 las fuerzas armadas iniciaron un operativo para detener a Ovidio Guzmán pero la acción acabó en una derrota del Ejército mexicano luego de que los integrantes del cártel tomaron las calles de la ciudad fuertemente armados, sembraron el caos con tiroteos, tomaron de rehenes a militares y acabaron por forzar la liberación del hijo del capo, todo en cuatro horas de terror.
López Obrador insistió en que la decisión de soltar al hijo de Guzmán se tomó "para no poner en riesgo a la población, para que no se afectara a civiles porque iban a perder la vida -si no suspendíamos el operativo- más de 200 personas inocentes en Culiacán".
Trece personas murieron en los tiroteos en una jornada que dejó una marca en la historia de la ciudad.
Sin embargo, todavía quedan cosas por aclarar de aquella jornada a la que se le puso el nombre popular de "Culiacanazo", como quién ordenó iniciar la ofensiva militar sin los preparativos adecuados ya que era lógico suponer que el cártel iba a contraatacar ante la detención de uno de los hijos de su líder.
Para los analistas fue una muestra de los problemas de la estrategia del Gobierno en su lucha contra el crimen organizado.
El secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, dijo en un primer momento que el operativo fallido había sido una "acción precipitada", pero cuando se supo que había sido planeada durante al menos una semana habló de un "tropiezo táctico".
El cronograma presentado por el gobierno tras los sucesos mostró que Estados Unidos había pedido el arresto de Guzmán en septiembre y que ocho días antes una unidad antinarcóticos del ejército mexicano había viajado de Ciudad de México a Culiacán para prepararse.
Ese mismo cronograma, junto con un video en el que se veía a Guzmán detenido pidiendo a sus hermanos que detuvieran los disparos, no dejaba claro entonces que hubiera sido el presidente quien dio la orden de retirada. López Obrador había abordado un vuelo comercial a Oaxaca minutos antes de que el operativo fuera oficialmente cancelado.