Se indignó el doctor López, ese que cobra como subsecretario en Salud, cuando de acuerdo a sus cifras se rebasó el tope de 200 mil muertos por Covid-19, sin embargo, y él lo sabe, los fallecidos por la pandemia son, de acuerdo con cifras oficiales de la propia dependencia, 321 mil 59, aunque este dato esté por debajo de la realidad, toda vez que otros indicadores, como las mismas actas de defunción, apuntan que se estaría rondando en el rango de 500 mil fallecidos.
De acuerdo con el informe ‘Exceso de mortalidad por todas las causas, durante la emergencia por Covid-19, México 2020-2021′, desde que inició la pandemia hasta el 14 de febrero, en el país se habían registrado 294 mil 287 defunciones asociadas al coronavirus, de las cuales 182 mil 301 estaban confirmadas hasta ese momento.
A esas cifras hay que sumar los fallecimientos registrados del 15 de febrero a la fecha, que son 26 mil 772, lo que da un total de 321 mil 59 decesos.
Estos datos colocan a México en el segundo lugar mundial en número de fallecidos, luego de Estados Unidos y por encima de la India y Brasil.
De este tamaño es la tragedia por la que transita el país y de esas dimensiones son los intentos del gobierno que no atina, ni siquiera con la vacuna, a disminuir la inercia de muertes que, por cierto, aumentarán después de Semana Santa.
Con 126 millones de habitantes, no se ha inoculado ni siquiera al 10 por ciento de la población, no obstante que a diario llegan cargamentos del antígeno.
Con una estrategia fallida desde que empezó la pandemia sanitaria era previsible que hubiera tanta muerte, desde luego no al nivel de convertir al país en un cementerio, particularmente en la capital y zona metropolitana.
El ocultamiento de las cifras reales de morbilidad es criminal y los culpables de tal tragedia tienen nombre y apellido.
Hasta el 26 de marzo, Estados Unidos registraba 559 mil 744 personas fallecidas a causa del coronavirus, ocupando el primer lugar en el mundo. Brasil tenía 303 mil 726; y México 200 mil 211, de acuerdo a las cifras de Gatell. Pero ahora con este nuevo dato oficial ya se rebasaron 321 mil muertes.
Por esta razón, desde el Congreso se exige al gobierno federal acelerar la emisión de actas de defunción de todas las personas fallecidas desde que inició la pandemia para determinar con toda precisión cuántas personas han muerto realmente a causa del virus SARS-CoV-2.
Al respecto la legisladora Verónica Juárez Piña emplazó al presidente López Obrador y al doctor Hugo López-Gatell a “dejarle de mentir a las y los mexicanos tanto en la ‘mañanera’ como en la conferencia nocturna de la Secretaría de Salud.
“La tendencia de este gobierno a ocultar cifras lo único que ha provocado es agudizar la tragedia, pues al mentirle a la población genera el relajamiento de las medidas de prevención y con ello el aumento de contagios”, consideró la diputada federal por Jalisco.
“El peor error de López Obrador a lo largo de toda la crisis sanitaria ha sido minimizar la pandemia, destinar los recursos públicos a otras áreas y proyectos no prioritarios y tratar de obtener rentabilidad política para su gobierno y su partido de las acciones implementadas para combatir la emergencia”, acusó.
Es inadmisible que se use a los mal llamados ‘servidores de la nación’, la estructura electoral al servicio del Presidente y Morena, en la campaña de vacunación; que se coloquen lonas en los lugares donde se aplican las vacunas agradeciendo a López Obrador; y que Morena utilice las vacunas como eje de su campaña electoral.
“Las consecuencias de esta visión clientelar ahí están y lamentablemente los únicos perjudicados han sido las y los mexicanos. Miles de personas murieron sin contar con la ayuda del gobierno o sin tener posibilidad de ser atendidas por los servicios de salud, mientras que López Obrador y López-Gatell mienten y manipulan cifras afirmando que a México no le ha ido tan mal durante la pandemia”.