¿Cuántas veces hemos usado la expresión “que se haga justicia” o “me parece justo”? Pero, ¿en realidad tenemos una noción de a qué nos referimos? ¿Lo que es justo para ti puede ser injusto para alguien más? Ya lo decía el jurista romano Ulpiano, “justicia es la constante y firme voluntad de dar a cada uno lo que le pertenece”.
Es difícil ser conscientes de las numerosas formas en que la justicia nos provee de razones para vivir de forma pacífica en sociedad. Lo que es justo varía según quién lo requiera; ya sea las y los niños, las personas que profesan alguna religión, las mujeres jornaleras, las personas que inmigran, las personas en general.
En donde identificamos este término dentro del quehacer gubernamental es en las decisiones de los tribunales, cuando presentamos algún conflicto para que en tribunales se resuelva no solo conforme a derecho, además y, sobre todo, de manera justa.
Así, desde hace algunos años, la palabra justicia se ha vinculado a la apertura gubernamental para popularizar el término justicia abierta, para definir la incorporación de la transparencia, la participación ciudadana, la innovación y la rendición de cuentas a las instituciones y servicios de procuración, impartición y administración de justicia.
La importancia de la justicia abierta es que no solo involucra la rendición de cuentas y transparencia proactiva, sino que se consolida a través de su uso por parte de las personas con discapacidad, las mujeres, las personas jornaleras o las personas trans; entendiendo que la justicia abierta reconoce las diferencias y utiliza mecanismos que pretenden institucionalizar la equidad. No es lo mismo juzgar, que juzgar con perspectiva de género cuando así sea necesario.
Como muestra, el 22 de febrero pasado se firmó el Pacto Nacional por la Justicia Abierta con Perspectiva de Género en México, impulsado por la organización Equis Justicia para las Mujeres. El INAI, junto con numerosos tribunales y organismos garantes de transparencia, universidades, distintas redes, así como varias organizaciones de la sociedad civil, firmamos este pacto adquiriendo diversas responsabilidades que vale la pena describir.
Primero, los organismos garantes locales de transparencia publicarán el padrón de las instituciones de los Poderes Judiciales locales junto con la información de la unidad de transparencia y sus titulares para facilitar el diálogo coordinado.
Después, se recopilará información de los poderes Judiciales a través de un formato aprobado para que de forma semestral se puedan reportar actividades en materia de justicia, categorizadas en siete líneas estratégicas y 20 acciones específicas, por ejemplo, la generación de información estadística, la adopción de mecanismos de participación ciudadana o la publicación de sentencias.
A partir de la recolección de esta información, Equis Justicia para las Mujeres analizará las respuestas y generará un diagnóstico con el cual se definirán las siguientes acciones colaborativas y presentarán un informe que será una guía para los próximos años en materia de apertura del Poder Judicial.
Este ejercicio tiene el potencial de cambiar la cultura del servicio público en la impartición de justicia. La justicia abierta implica participación y transparencia con el objetivo de no dejar a nadie atrás, si esto se logra habrá justicia para las mujeres, para las madres buscadoras, para las y los periodistas asesinados, para las víctimas de violaciones graves a derechos humanos, para aquellos que no han tenido un proceso conforme a derecho. Felicidades a Equis Justicia para las mujeres por buscar alianzas, por articular a las personas y mecanismos que permitirán combatir estas brechas de desigualdad. Te invito a que conozcas y te sumes a esta iniciativa.
Por un INAI para todas y todos.
El autor es comisionado del INAI.