El nearshoring surge como una estrategia clave en respuesta a las disrupciones en las cadenas de suministro globales y como una oportunidad para el crecimiento económico. Sin embargo, a pesar del creciente interés de inversionistas de capital de riesgo (VCs) y de inversiones extranjeras directas, muchas startups mexicanas enfrentan desafíos importantes, especialmente en establecer una base sólida en tecnologías de alta especialización, o “deep tech.” Aunque el nearshoring presenta un potencial considerable, el ecosistema de startups en México a menudo carece de la profundidad tecnológica necesaria y, además, suele presentar una propuesta de valor confusa, lo que intensifica estas brechas. Los obstáculos que enfrentan las startups mexicanas para alinearse con las demandas del nearshoring, y el rol de un financiamiento efectivo y de una visión estratégica tecnológica clara es necesaria para asegurar un crecimiento sostenible. Esto ha incrementado la atención en startups tecnológicas locales con la expectativa de que apoyen las cadenas de suministro, la infraestructura digital y las soluciones de automatización. El verdadero valor del nearshoring depende de que las startups mexicanas integren tecnologías de alta especialización, como la inteligencia artificial avanzada, el aprendizaje automático, la robótica y la ciberseguridad.
Para aprovechar al máximo el potencial del nearshoring, México necesita un ecosistema de startups orientado hacia tecnologías avanzadas y alineado con una visión estratégica clara que integre deep tech en su núcleo. En un estudio reciente del Banco Mundial, Didier y Cusolito [1], explican como la restricción de acceso a financiamiento adecuado limita significativamente el crecimiento de las empresas en mercados emergentes, afectando negativamente su productividad y competitividad. Apoyándose en Orbis (que incluye 2.5 millones de empresas privadas) en su estudio demuestran que la asignación ineficiente de financiamiento limita la productividad agregada (e.g. Aggregate productivity and aggregate technology [2]).
El estudio se centra en los vínculos entre el financiamiento empresarial, las restricciones financieras y el rendimiento de las empresas, utilizando datos de economías emergentes y en desarrollo. Este trabajo explora tanto los efectos del acceso al financiamiento como la composición de dicho financiamiento (capital versus deuda) en el desempeño de las empresas. Además, proporciona una evaluación cuantitativa novedosa del grado de restricciones en el financiamiento de deuda y capital para empresas privadas de diferentes tamaños, y del impacto de estas restricciones en el crecimiento y productividad agregados. Los hallazgos ofrecen una base analítica sólida y para el outsourcing de startups en México.
Dado que muchas startups mexicanas enfrentan restricciones para acceder a financiamiento estructurado, esto no solo limita su crecimiento, sino también su capacidad de innovar y expandir sus operaciones en el mercado global. La investigación sugiere que es clave fomentar una estructura financiera que permita a las startups beneficiarse de capital a largo plazo en lugar de una dependencia exclusiva de deuda. Esto es particularmente importante para los sectores de alta tecnología, donde la inversión en investigación y desarrollo es crucial. Al adaptar las lecciones de esta investigación, México podría mejorar las condiciones financieras para startups, impulsando así el crecimiento de un ecosistema de outsourcing competitivo y orientado a la innovación.
En México, donde el nearshoring tiene un potencial transformador, esta falta de financiamiento adecuado es un obstáculo importante. Muchas startups mexicanas operan con propuestas de valor débiles o sin una base sólida en tecnología avanzada, lo que limita su capacidad de competir en sectores globales de alta tecnología. Sin un enfoque en deep tech –como inteligencia artificial avanzada, automatización o ciberseguridad–, el país corre el riesgo de mantener un ecosistema de startups que dependen de modelos de negocio de baja innovación y bajo impacto.
El análisis de Didier y Cusolito destaca la necesidad de un financiamiento que permita a las empresas no solo crecer, sino también innovar, invirtiendo en capital humano y en activos tecnológicos de largo plazo. Para que las startups mexicanas aprovechen plenamente las oportunidades del nearshoring, es crucial que los fondos de capital de riesgo y los mecanismos de inversión pública estén alineados con una visión estratégica que priorice el desarrollo de tecnología avanzada. Esto implica no solo proporcionar financiamiento, sino también fomentar una cultura de innovación que incentive la creación de propuestas de valor diferenciadas y relevantes para el mercado global.
Además, mejorar el acceso a financiamiento adecuado podría estimular la colaboración con instituciones de investigación y universidades, promoviendo un ecosistema donde las startups puedan nutrirse de conocimientos especializados y desarrollar capacidades tecnológicas de frontera. Esto no solo aumentaría la competitividad de México en el ámbito del nearshoring, sino que también fortalecería la economía nacional al crear empleos de alta especialización y fomentar una cultura de innovación sostenible. En definitiva, impulsar el acceso al financiamiento enfocado en deep tech podría ser un catalizador fundamental para que México maximice su potencial en el contexto del nearshoring.
[1] Didier, T., & Cusolito, A. P. (2024). *Unleashing Productivity through Firm Financing*. Washington, DC: World Bank. Disponible en http://hdl.handle.net/10986/42194. Licencia: CC BY 3.0 IGO.
[2] Basu, S., & Fernald, J. G. (2002). Aggregate productivity and aggregate technology. *European Economic Review, 46*(6), 963-991. https://doi.org/10.1016/S0014-2921(02)00161-7