Si cotizaste en el IMSS antes de julio de 1997 te conviene jubilarte con la ley de 1973, dice en forma contundente Cintya Ovalle, consultora de pensiones con más de 22 años de experiencia en esa área. Tuve la oportunidad de platicar con ella para abundar en el tema de la modalidad 40.
Aquellos que tienen la posibilidad de elegir entre hacerlo por medio de la Afore o con el IMSS, es preferible con este último, porque piden menos semanas cotizadas y el tope es de 25 UMAS, con lo cual el máximo llega a 68 mil pesos, asegura.
En relación con la modalidad 40, cualquier persona puede optar por la conservación de derechos, pero realmente es mejor para quienes se retirarán con la ley 73, pues implicaría un gasto excesivo para los jóvenes y como quiera la obtendrán en función de lo ahorrado a través de su Afore.
Recomienda llevarlo a cabo cinco años previos a la jubilación, aunque es posible hacerlo faltando menos tiempo. Por el contrario, si dejo de laborar, por ejemplo, a los 40 años no es conveniente por la inversión tan elevada.
Por su experiencia, quienes más contratan dicha modalidad son empresarios, ya que en su acta constitutiva están como accionistas o administradores únicos y no deben darse de alta como subordinados, pues pueden ser sancionados. Sin embargo, tuvieron seguro social y quieren recuperar esas semanas.
En esa situación también están los que perdieron su trabajo o prestaron sus servicios en entidades públicas en su última etapa.
Un punto esencial es calcular la conservación de derechos, que es una cuarta parte de lo cotizado. Por ejemplo, si se tienen mil semanas, da un resultado de cuatro años y ocho meses (1000/4/52). Ese sería el lapso requerido para continuar con seguro de invalides o pensión en caso de muerte, además de poder ingresar a la modalidad 40.
Si se excedió en el tiempo, es necesario incorporarse al régimen formal por un año un mes para migrar a la modalidad 40; con eso, se ‘despiertan’ las semanas acumuladas, dice.
Se han generado muchos rumores sobre esta alternativa, pero ella opina que seguirá vigente. Lo que sí sucedió fue la ‘desindexación’ del salario mínimo y ahora es con UMAS, pues de otra manera estaríamos hablando de pensiones máximas de hasta 100 mil pesos.
Una ventaja adicional es que se les regresaría el 20 por ciento de todo lo aportado al momento de pensionarse, por eso hay que verlo con un enfoque de inversión.
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