Ciertamente no soy un experto en música, pero mi afición me lleva a pensar en que hay una excelente analogía entre un director de orquesta y el CEO en una compañía, la cual podría ser inspiración para conducirla a estándares más altos de desempeño.
Cuando uno va a un concierto y sale a escena alguien con una varita enfrente de los músicos y empieza a moverla, pareciera a simple vista que está demás, porque todos tocan un instrumento menos él; sin embargo, conjuga los sonidos del equipo, marca el tiempo y le da coherencia para que suene especial. Incluso, la misma pieza dirigida por otro, sonaría diferente.
Si uno escucha un disco de música clásica o cierra los ojos en una representación, bien podrían identificarse cada uno de los instrumentos, pero es imposible percibir al director y eso sucede también en una empresa. Quienes dan la cara al público son empleados, aunque el líder hace posible que el proceso se genere en forma eficiente.
En una ocasión un director de orquesta decía que el verdadero trabajo está en los ensayos; “ahí se conoce a los músicos, su sensibilidad y se despierta la confianza en mí”. En el caso de las empresas, es el esfuerzo previo que conduce a un buen desempeño.
Un violinista comentaba en una entrevista “El director tiene que convencer a 80 o 100 personas de qué sus ideas son las correctas y si los convence, entonces va a ser una actuación memorable, porque están dispuestos a dejar el individualismo para que en conjunción puedan hacer una obra maestra”.
La partitura podría ser el símil de la estrategia, con las reglas, pero al mismo tiempo con la visión de quien la lleva a cabo. No hay improvisación, hay exactitud. Ya definido el camino es básico seguirlo para alcanzar los resultados deseados.
De esta manera, el reconocimiento del director se ve soportado por el lucimiento del trabajo de los demás.
La analogía entre un director de orquesta y un CEO es una reflexión que nos invita a valorar la importancia del liderazgo en las empresas. El éxito de una organización depende del esfuerzo colectivo, en el que el líder juega un papel crucial para conducir y dar coherencia a los objetivos y estrategias.
La armonía en el equipo es la clave para un buen desempeño, y es responsabilidad del líder inspirar y sacar lo mejor de cada persona. Debemos dejar de lado las envidias y descalificaciones, y trabajar juntos para lograr una bella melodía en el mundo empresarial.
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