El desarrollo de la inteligencia artificial (IA) introduce un reto mayúsculo para las universidades, quienes deben dotar a sus alumnos de un programa académico acorde con los requerimientos presentes y futuros del mercado laboral. De igual manera, ha generado un desafío para los jóvenes en la elección de sus estudios y en la selección de en dónde hacerlo para tener un mayor nivel de empleabilidad y de ingresos que les permitan mantener sus finanzas personales sanas.
La IA ha sido un tema de interés desde hace décadas, pero en los últimos años hemos visto un aumento en el desarrollo y la adopción de tecnologías en diferentes industrias. Uno de los avances más recientes y notables es la creación de ChatGPT, un modelo de lenguaje natural creado por OpenAI.
ChatGPT logró en apenas dos meses de su lanzamiento los 100 millones de usuarios activos, convirtiéndose en la aplicación de consumo de más rápido crecimiento de la historia. Es relevante porque es una herramienta que permite interactuar con una IA en un chat como si estuvieran hablando con otra persona experta en un sinnúmero de disciplinas.
A pesar de la importancia de la IA, algunas universidades han optado por prohibir el uso de la tecnología en sus aulas y entornos académicos. Esta reacción es comprensible, ya que puede parecer intimidante y desconocida para muchos profesores y estudiantes. Sin embargo, la prohibición de su uso es insostenible a largo plazo. Por el contrario, deberían incorporarla y preparar a los alumnos para el futuro.
La IA no necesariamente significará la pérdida de empleos, sino que transformará la forma en que trabajamos. Quienes desprecien la adaptación corren el riesgo de quedar obsoletos en unos cuantos años, porque la revolución que viene en la inteligencia artificial no la para nadie.
En el sector de la IA se están generando una variedad de especialidades, entre ellas: prompt engineering, data scientist, machine learning engineer. La demanda de estos especialistas ha conducido a sueldos elevados.
Es imprescindible pensar en cómo la IA nos afectará en el ámbito laboral, pero sobre todo con una mentalidad de adaptabilidad y de superación. En lugar de temerle, abracémosla como una herramienta que puede mejorar nuestras vidas y el mundo en el que vivimos.
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