En medio de la reciente crisis que afecta a las startups, se evidencia la incapacidad de muchas de ellas para superar exitosamente sus etapas de crecimiento. Han perdido el enfoque esencial: aportar beneficios para sus clientes. Aquí es donde el coaching ejecutivo puede desempeñar un papel clave en ayudar a redirigir sus objetivos y estrategias.
Las startups se caracterizan por su innovación, que a menudo se traduce en ideas revolucionarias y soluciones creativas. No obstante, en su afán por captar la atención de inversionistas, asegurar financiamiento y elevar su valor perceptual de capitalización, Algunas han caído en la trampa de prometer ilusiones en lugar de construir un negocio sólido. Estaban más preocupadas por vender en el mediano plazo su posición accionaria que por desarrollar un producto o servicio que ofrezca una ventaja real en el mercado.
La idea detrás de estas compañías se alejaba de la generación de utilidades y la finalidad se convirtió únicamente en la expansión; sin embargo, esta perspectiva eleva significativamente los costos y en vez de afianzar su presencia terminan haciendo ajustes pronunciados, despidiendo personal y reduciendo su tamaño.
La visión distorsionada del crecimiento juega un rol crucial en la crisis. Al iniciar su camino con la idea de vender la empresa a la primera oportunidad, las desvía de mantener un producto o servicio atractivo.
Es fundamental que las startups revisen su enfoque y ello implica establecer objetivos claros y realistas, y elaborar un plan detallado para alcanzarlos.
Es urgente que analicen su rentabilidad antes de expandirse, cuidando su viabilidad económica. La consolidación en el mercado y una buena administración debe ser una prioridad, así como la inversión en infraestructura y procesos que permitan a la empresa crecer de manera sostenible.
Es importante que redefinan su visión y se centren en ofrecer un producto o servicio de calidad que satisfaga las necesidades de su público. Construir relaciones sólidas con los clientes y entender sus requerimientos.
El coaching ejecutivo puede ser la clave para abordar los desafíos y apoyar el cambio. Ayuda a identificar los problemas que impiden su éxito, aportando orientación y herramientas para superar los retos. A través de esta metodología es posible aprender a enfocarse en el mercado, reconfigurar sus metas y diseñar planes de acción sólidos.
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