La cotización del dólar siempre ha constituido un indicador esencial en la gestión de las inversiones personales, debido a la creencia general de que representa un refugio seguro. Sin embargo, al examinar lo que sucede en México, la realidad es totalmente diferente, pues la moneda estadounidense ha llegado a su valor más bajo en los últimos siete años.
A continuación, te expongo algunos aprendizajes valiosos.
1.- Ni los expertos son capaces de predecir la fluctuación futura. Si hubieses adquirido dólares cuando Moody’s Analytics anticipó en octubre de 2022 que alcanzaría los 24 pesos, estarías sufriendo una pérdida de alrededor de 13 por ciento en mayo de 2023.
2.- La coyuntura es idónea para comprender que la cotización del dólar se establece como cualquier otro bien, a través de la oferta y la demanda. Al igual que el precio del aguacate puede incrementarse si el Super Bowl coincide con un lapso de menor oferta, las divisas fluctúan en función de las necesidades y del ingreso de éstas al país.
3.- Un punto evidente que refuerza lo anterior es que, aunque todas las naciones emiten su propia moneda, los dólares se obtienen de diversas fuentes, como el saldo positivo en la balanza comercial; la inversión extranjera en el ámbito financiero; la llegada de recursos foráneos para actividades productivas, endeudamiento y las remesas de migrantes, entre otros.
4.- En este momento, México experimenta una abundancia de dólares porque el Banco Central ha mantenido las tasas de interés elevadas, permitiendo que la inversión financiera interna sea atractiva. Adicionalmente, México es un destino atractivo para el capital extranjero que buscan proveedores más cercanos al principal mercado, que es Estados Unidos, debido a los conflictos de este país con China.
5.- Sin embargo, siempre existen riesgos en el horizonte. Está la muy anunciada y postergada recesión en nuestro vecino del norte, así como los problemas políticos que están dificultando la negociación del límite de la deuda interna, factores que pueden alterar la tendencia observada hasta ahora. Además, no estamos exentos de los “cisnes negros”, esos eventos que sacuden a los mercados de manera inesperada.
Por estas razones, las transacciones de dólares como alternativa de inversión dejémosla para los expertos que están dispuestos a asumir el riesgo y quieren obtener una rentabilidad en el corto plazo.
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