Mis Finanzas y Coaching

Más tecnología, mismo problema: falta inclusión

La inclusión financiera constituye el medio que impulsa a las personas a mejorar su calidad de vida, generar riqueza y planificar un futuro estable.

Vivimos en un mundo hiperconectado, donde la tecnología facilita la comunicación y las transacciones financieras, además de brindar acceso a productos y servicios que hace apenas una década resultaban inimaginables. A partir de ello, esperaríamos un avance firme en la inclusión en México; aunque los datos recientes de ENIF 2024 muestran un panorama menos alentador.

La inclusión financiera abarca el acceso a productos bancarios, créditos formales, seguros, ahorro para el retiro y, de manera esencial, el conocimiento suficiente para administrar estos recursos. Constituye el medio que impulsa a las personas a mejorar su calidad de vida, generar riqueza y planificar un futuro estable.

De acuerdo con la ENIF 2024, el 76.5 por ciento de la población adulta en México posee al menos un producto financiero formal. A primera impresión luce como una cifra alentadora, pero al profundizar un poco surgen desafíos considerables. Uno de ellos es la marcada brecha de género: mientras 8 de cada 10 hombres cuenta con productos formales, esta proporción disminuye a 7 entre las mujeres.

Asimismo, el 36.6 por ciento de la población continúa recurriendo de manera exclusiva a medios informales para ahorrar –como tandas o guardar su dinero en casa–, lo que refleja una clara desconfianza o un acceso limitado a los canales institucionales.

También influye el uso intensivo del efectivo en compras menores de 500 pesos. Permanece muy elevado en un entorno donde las transacciones digitales tendrían que estar más afianzadas por motivos de comodidad, seguridad y eficiencia.

La tecnología móvil aún dista de resolver el problema. Es cierto que el uso de aplicaciones bancarias ha aumentado a 69.1 por ciento en tres años; sin embargo, persiste una porción importante de la población, sobre todo en zonas rurales o marginadas, que siguen sin contar con estos progresos.

La encuesta revela un nivel reducido en la adopción de productos esenciales para el bienestar financiero a largo plazo. Apenas el 22.9 por ciento de la población dispone de algún seguro, porcentaje que descendió desde 2015, mientras que sólo el 7.9 por ciento de quienes tienen una afore realizan aportaciones voluntarias, clara señal de que el hábito del ahorro prolongado todavía es una asignatura pendiente.

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Alberto Tovar

Alberto Tovar

Economista, especializado en negocios y finanzas personales; certificado como coach de vida y equipos. Actualmente es el Director Regional de la Zona Norte de El Financiero. Ofrece conferencias, consultoría y coaching a organizaciones diversas.

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