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Cuatro nuevos paradigmas para cumplir tus metas

Existen cuatro conceptos que te permitirán lograr tus metas financieras de una manera proactiva. Son sencillos: compromiso, proceso, compartir y seguimiento.

Por lo regular, arrancamos el año con un cúmulo de promesas hacia nosotros mismos, en donde en ese listado el tema de las finanzas personales está en forma recurrente entre las cosas que vamos postergando para de nuevo volverlo a proponer en el siguiente. ¿Cómo hacer para ahora sí cumplirlo?

Existen cuatro conceptos que te permitirán lograr tus metas de una manera proactiva, al cambiar el paradigma con el cual son usualmente construidos. Son sencillos: compromiso, proceso, compartir y seguimiento.

1.- Lo primero, es dejar de pensar en 'propósitos', pues se convierten en un tipo de wish list sin relevancia. Declaremos 'compromisos' retadores, pero alcanzables.

Establezcamos cosas que son factibles y a partir de su formulación se transformarán en una obligación personal.

La finalidad es entender el porqué estás llevando a cabo una acción y saber que de cumplirla será posible acabar con los problemas financieros; superarte para obtener un bienestar mayor y darle certidumbre a tu futuro.

2.- Si bien hay que disponerlo en el tiempo para medir los adelantos, olvidemos la idea de que terminará en cuanto lo alcancemos.

Va más allá de lograr puntualmente algo, se trata de un 'proceso' que deberá continuar sin fecha de caducidad, ya sea ahorrar, invertir o reducir las deudas, son aspectos que habrán de estar siempre en nuestros objetivos.

Aún cuando estás convencido de que es necesario hacer cambios financieros, es importante identificar un ingrediente esencial: el autocontrol.

Muchas veces abandonamos los propósitos por la frustración de romperlos constantemente, por eso también es fundamental reconocer los avances y pensar en su permanencia. Es como el lema de Alcohólicos Anónimos "un día a la vez". Si caes, te vuelves a levantar y empiezas de nuevo.

3.- Es usual 'esconder' las metas porque tenemos temor de que luego nos recuerden los fallos. Es iniciar con el fracaso; debemos ser valientes en sostenerlas e incluso compartirlas con la familia, porque ellos podrán ayudar a que se cumplan.

4.- La otra equivocación regular es hacer una lista larga que la dejamos una semana después. Es mejor tener pocos y poderosos objetivos, dispuestos de manera cotidiana a nuestra vista; tal vez a partir de alguna aplicación, impresos o escritos en la agenda. Lo básico es que hagamos valoraciones continuas.

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Alberto Tovar

Alberto Tovar

Economista, especializado en negocios y finanzas personales; certificado como coach de vida y equipos. Actualmente es el Director Regional de la Zona Norte de El Financiero. Ofrece conferencias, consultoría y coaching a organizaciones diversas.

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