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¿Quieres aparentar riqueza? ¡Cuidado!

El aparentar riqueza es sencillo; la pregunta es cuánto tiempo es posible sostenerse. Es más fácil presumir el dispendio que la tranquilidad financiera.

Si te pidiera describir a alguien rico, es muy probable que menciones patrones de gasto como viajes sofisticados, ropa de marca, auto deportivo o una casa majestuosa en una zona exclusiva. Sin embargo, ¿estamos seguros de la capacidad económica de esa persona?

Vienen a mi mente tres casos de conocidos que llegué a sorprenderme por su tremendo éxito. Al paso de los años, a uno de ellos lo vi en las noticias, esposado en traje naranja saliendo de una corte de Estados Unidos, acusado de una estafa financiera; otro, tristemente se quitó la vida al encontrarle un desfalco en donde trabajaba y el último con un colapso familiar, debido al ocultamiento de deudas multimillonarias.

El aparentar riqueza es sencillo; la pregunta es cuánto tiempo es posible sostenerse. Es más fácil presumir el dispendio que la tranquilidad financiera.

1.- El síndrome de la cenicienta es cuando a los ojos del mundo se tiene un reino con carroza y a partir de las 12 se convierte en calabaza.

El camino menos dramático es dejar de ahorrar y evitar todo tipo de cobertura. Esto libera un flujo alto, que además puede ser reforzado con austeridad hacia dentro, de tal manera que se gaste solo para la apariencia.

El problema es que la admiración social pronto caería ante cualquier eventualidad, como la pérdida del trabajo o una enfermedad porque carecen de red de protección.

2.- Una alternativa es endeudarse, tapando un hoyo, destapando otro. Lo anterior conduce a una carrera de financiamiento cada vez más cara por la falta de garantías. Se termina con los usureros y luego es imposible continuar sosteniendo el ritmo.

3.- En ocasiones no es necesario ni siquiera tener ingreso, sino derrochar la herencia. ¿Cuantas historias conoces de fortunas que se agotaron en manos de decendientes irresponsables? Clásico el comentario de "mi abuelo tuvo".

4.- Algo frecuente son las empresas pobres y empresarios ricos. Se olvidan de la viabilidad de la compañía en aras del dispendio.

5.- El robo y la corrupción son también formas de llegar sin un esfuerzo, pero con un gran riesgo de drama al final. Si lo dudas, has un recuento de los políticos perseguidos y el descrédito social por sus acciones.

Las opciones mencionadas para obtener la riqueza son destructivas en términos de nuestra tranquilidad personal y mandan una señal por completo equivocada a la familia.

¿Conoces una manera diferente de aparentar riqueza? Coméntame en Instagram: @atovar.castro

Alberto Tovar

Alberto Tovar

Economista, especializado en negocios y finanzas personales; certificado como coach de vida y equipos. Actualmente es el Director Regional de la Zona Norte de El Financiero. Ofrece conferencias, consultoría y coaching a organizaciones diversas.

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