Tal vez planeabas adquirir una vivienda en 2020 y la pandemia lo retrasó; quizá te diste cuenta de que la nueva realidad del home office es difícil de cubrir con la infraestructura en casa; o simplemente deseas invertir en un bien raíz. Pues este año puede ser un buen momento, sólo veamos por dónde empezar el análisis.
Existen oportunidades en el mercado inmobiliario por varias razones: los compradores siguen teniendo poder de negociación ante la depresión económica en general; los precios de las propiedades se han estancado o son menores en términos reales; las tasas de interés de los créditos hipotecarios se han reducido; y los desarrolladores tienen mayores facilidades en sus ofertas.
Sin embargo, esto no quiere decir que estás exento de una mala resolución y por eso es fundamental considerar algunos aspectos.
1.- Define con cuánto cuentas para el enganche o si tienes la capacidad de hacer un ofrecimiento de contado. También, con base en un presupuesto de gastos, clarifica cuánto dinero estás dispuesto a dirigir al pago de una hipoteca. Si es con el ingreso de la pareja, están 'apostando' a que ambos se mantendrán laborando en los próximos 10 o 20 años.
2.- Con esos datos en mente, tendrás una idea de qué tipo de propiedad alcanzan y ajustar con los requerimientos de dimensiones, características y zona de la ciudad, para de ahí empezar a realizar la búsqueda específica.
Para evitar cálculos complicados, visita proyectos de construcción y ellos harán los cálculos por ti. Es un sistema de prueba y error que funciona, al ser real y consultándolo en directo con el mercado.
3.- Los detalles son importantes y hacen la diferencia en los resultados finales. Por ejemplo, indaga qué banco te financiaría a los costos más bajos y toma en cuenta, además de la tasa de interés, conceptos como seguros, apertura del crédito, notario, etcétera.
4.- Si es una preventa, investiga la solvencia moral y financiera del desarrollador porque se han dado cada vez más casos de incumplimientos graves en las condiciones pactadas. Búscalos en Google por si hay quien hable mal de ellos y puedes preguntar qué otras edificaciones han hecho para averiguar si algún conocido ha tenido tratos. Hay muchas empresas improvisadas.
5.- Determina cómo te van a entregar la vivienda, para saber cuánto recurso adicional requerirás. Incluso, si es usada, revisa el estado de la casa para ser habitada y si necesitará reparaciones.
Como te percatas, es una decisión de inversión 'activa' en términos de trabajo personal para que las cosas salgan bien. Vale la pena meterle análisis y labor de equipo con la pareja para tomar la mejor opción.
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