Directora de Análisis y Estrategia en Intercam Casa de Bolsa

La volatilidad de las monedas

El dóla alcanzó su nivel más elevado en los últimos 20 años. La razón detrás de este comportamiento se explica a través del diferencial de tasas de interés.

Al comienzo del último trimestre del año nos enfrentamos a un nuevo episodio de volatilidad e incertidumbre, ahora particularmente evidente en las monedas. En las últimas semanas, el euro alcanzó un mínimo de 0.95 centavos por dólar, y en el año liga una depreciación de casi 13 por ciento. La libra esterlina estuvo a tres centavos de alcanzar la paridad contra el dólar, y el yen ha perdido más del 20 por ciento de su valor, obligando al banco central a intervenir en el mercado por un monto cercano a los 20 mil millones de dólares.

El dólar index, que mide el comportamiento del dólar contra una serie de monedas duras, alcanzó su nivel más elevado en los últimos 20 años. La razón toral detrás de este comportamiento se explica a través del diferencial de tasas de interés. La Reserva Federal lleva ventaja trazada con respecto a la gran mayoría de los bancos centrales de países desarrollados y se espera que siga una política monetaria restrictiva en los siguientes meses, lo que aseguraría rendimientos más atractivos para los inversionistas.

Además de este gran diferencial de tasas de interés, las expectativas de fuerte recesión en la zona euro y en el Reino Unido se han venido incrementando en el tiempo, en un panorama sumamente complejo ante una inflación que está lejos de ceder.

De acuerdo con la lectura del mes de septiembre, la inflación en la zona euro siguió al alza y alcanzó niveles no observados en la historia del bloque con cifras de doble dígito. Son ya cinco ocasiones consecutivas en las que la inflación supera los estimados y las constantes sorpresas mantendrán presiones sobre el Banco Central Europeo para continuar con los incrementos agresivos a las tasas de interés para evitar, en la medida de lo posible, que el fenómeno se vuelva estructural. Empero, el diferencial de tasas contra la Reserva Federal seguirá siendo considerable. Los mercados han anticipado que en la siguiente reunión de política monetaria, los miembros del BCE se inclinarán nuevamente por implementar un incremento de 75 puntos base a las tasas de interés por segunda ocasión consecutiva. Con ello se han elevado sustancialmente las probabilidades de recesión en la región, con el conflicto en Ucrania aún vigente y riesgos de ver precios de energéticos más altos durante el invierno, exacerbando el complejo panorama en los siguientes meses.

El caso de la libra esterlina no es muy distinto, cuyas posibilidades de cotizar en paridad con el dólar no son menores, ante los diversos planes que ha trazado la primera ministra que recién llegó, Elizabeth Truss.

Pareciera que los inversionistas han perdido la confianza sobre las inversiones inglesas. Hay que recordar que la libra esterlina había sido considerada una moneda de reserva. Sin embargo, las políticas económicas que ha adoptado el gobierno inglés han inducido a valuaciones muy castigadas por parte de los mercados.

La depreciación de la libra esterlina comenzó con el Brexit y se ha extendido el movimiento ante los programas y reformas que anunció Liz Truss, que están siendo discutidos, pero que suponen un aumento considerable en el déficit público, elevando de manera importante las necesidades de endeudamiento. Por lo tanto, la exacerbada debilidad de la libra esterlina es producto de la pérdida de confianza sobre la economía y sus fundamentales.

Finalmente, en el caso del yen la principal fuente de debilidad proviene del diferencial de tasas de interés contra los instrumentos de deuda en Estados Unidos, y la imposibilidad del Banco de Japón de aumentar las tasas de referencia ante una inflación que aún se mantiene controlada.

Y en este contexto, el peso mexicano es de las pocas monedas que se mantienen fuertes frente al dólar. No solamente por un diferencial de tasas históricamente elevado, sino además por los flujos que alcanzan máximos históricos provenientes de remesas, turismo y exportaciones que han producido excedentes de divisas del sector privado, lo cual ha tendido a fortalecer el peso frente al dólar.

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