Directora de Análisis y Estrategia en Intercam Casa de Bolsa

Las tasas se mantendrán elevadas en el 2023

El tono del comunicado del Banco de México, muestra su preocupación sobre el entorno inflacionario, que lo califica como complejo e incierto dentro del horizonte del pronóstico.

En la reunión de política monetaria del Banco de México, la Junta de Gobierno decidió de manera unánime dejar la tasa de referencia sin cambios al mantenerla en 11.25 por ciento, mandando un mensaje de haber alcanzado la tasa terminal. El movimiento era ampliamente anticipado por los mercados y por los analistas privados, por lo que no presenciamos un efecto material en los mercados.

A pesar de la pausa en ciclo de alzas en las tasas de interés, el comunicado mantuvo la tónica de restricción monetaria. Los mensajes medulares giraron en torno al balance de riesgos que sigue sesgado al alza, aludiendo a la persistencia de la inflación subyacente, posibles episodios de volatilidad financiera internacional que pudieran impactar al tipo de cambio y originar una depreciación, así como presiones renovadas en precios de los energéticos. No obstante, las estimaciones para la trayectoria de inflación general se revisaron ligeramente a la baja, manteniendo sus proyecciones de convergencia hacia el objetivo en el último trimestre del 2024. Este ciclo restrictivo ha sido el más agresivo desde el 2008 con un incremento de 725 puntos base en la tasa de referencia y un diferencial de tasas de interés con Estados Unidos 600 puntos base.

Detrás de la decisión del banco central pareciera que existieron diversos factores que inclinaron la balanza hacia una pausa. Para empezar, nuestra moneda se ha fortalecido más del 11 por ciento en lo que va del año, y ha alcanzado un mínimo no observado desde mayo el 2016. Es la moneda más apreciada contra el dólar. En ese tenor, la fortaleza del peso en los últimos doce meses ha sido del 14 por ciento, como consecuencia primordialmente del diferencial de tasas de interés entre México y Estados Unidos. A pesar de que Banxico no mantiene un objetivo cambiario, considerando el contexto actual, y tomando en cuenta que la penetración bancaria es muy baja en nuestra economía, uno de los principales canales de transmisión de política monetaria ha sido el tipo de cambio. La fortaleza del peso ha contribuido a mitigar las presiones inflacionarias, toda vez que las mercancías, que en su mayoría son importadas, comienzan a mostrar signos de contención. Las mercancías han disminuido desde un máximo de 11.28 por ciento alcanzado en noviembre del año pasado, hasta 9.54 por ciento observado en la última lectura. Adicionalmente, la agresividad del ciclo restrictivo manda un mensaje claro a los formadores de precio, por lo que pese a que las expectativas de inflación en el corto plazo se han revisado al alza, las de mediano y largo plazo se mantienen alrededor de 3.7 por ciento.

La apreciación del peso, la inflación que ha marcado una trayectoria de baja –aunque moderada, el rezago con el que actúa la política monetaria y una tasa real ex–ante muy elevada (tasa de política monetaria menos expectativas de inflación) son cuestiones que posiblemente fueron evaluadas por la Junta de Gobierno.

Sin embargo, de acuerdo con la última lectura de inflación, el componente subyacente se encuentra en 7.7 por ciento y revela que la inflación general enfrenta presiones considerables en el mediano plazo. La disminución reciente de la inflación general ha ocurrido principalmente por la caída en el componente no subyacente, que es el más volátil, particularmente explicado por los menores precios de los energéticos. La semántica del comunicado da visos de preocupación sobre el entorno inflacionario, que lo califica como complejo e incierto dentro del horizonte del pronóstico.

La decisión no alude a condiciones monetarias menos restrictivas; la postura del banco central es clara al señalar que las elevadas tasas de interés se mantendrán en este nivel por un periodo prolongado. La inflación está muy lejos del objetivo, no es momento de aflojar el paso dados los riesgos en el horizonte y la incertidumbre en el panorama.

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