En la reunión de política monetaria llevada a cabo por la Reserva Federal en esta semana, miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC por sus siglas en inglés) decidieron hacer una pausa en el ciclo restrictivo, como se había anticipado, ello luego de aumentar la tasa de fondos federales por 15 meses consecutivos y llevarla a 5.0 por ciento.
Lo más relevante del comunicado, además de la decisión per se, fue destacadamente la gráfica de puntos, donde oficiales de la Fed señalan el nivel que consideran apropiado para las tasas de interés para los siguientes años. En la gráfica de puntos se observa que el grueso de los participantes se inclina por hacer dos incrementos adicionales (o 50 puntos base) a las tasas de fondos federales, para luego dejarlas sin cambios durante el resto del año, y comenzar los recortes en el 2024, con una estancia restrictiva, más aún de la anunciada en el mes de marzo.
Adicionalmente ajustaron sus proyecciones económicas. Para el PIB revisaron su estimación de 0.4 a 1.0 por ciento para el año, luego que la economía ha sido más resiliente, sin dar signos evidentes de una recesión. Para la tasa de desempleo el pronóstico disminuyó de 4.5 a 4.1 por ciento mostrando un mercado laboral bastante sólido. En tanto para la inflación, la revisaron marginalmente a la baja; sin embargo, para el componente subyacente se revisó al alza en 30 puntos base para ubicarla en 3.9 por ciento.
De acuerdo con la lectura de inflación del mes de mayo de Estados Unidos, se ubicó en 4.0 por ciento, en tanto la inflación subyacente para los últimos 12 meses se situó en 5.3 por ciento, ambas señalando un descenso puntual, sin sorpresas para nadie. Gran parte de la caída de la inflación se explica por la gasolina, porque el precio del petróleo se ha derrumbado. Otra parte se explica por cuestiones aritméticas, ante una base comparable elevada. Sin embargo, la inflación subyacente se ha quedado estancada en 0.4 por ciento, en su lectura secuencial todo el año. Esta inflación es la que marca la tendencia de mediano y largo plazo, por lo que resulta evidente el poco progreso alcanzado a la fecha, y el moderado efecto de la estancia restrictiva. Existe mucha incertidumbre si la inflación estructural, que está bajando muy lentamente, alcanzará el objetivo del banco central en el horizonte del pronóstico.
Por otro lado, el mercado laboral sigue bastante ajustado, donde el ciclo restrictivo parece no haber tenido todavía el efecto deseado, lo que a la postre pudiera originar que la inflación se quede por mucho tiempo en un nivel superior al objetivo de la Reserva Federal.
Al interior pareciera haber varias discusiones entre los oficiales de la Fed. Hay quienes consideran que es necesario hacer más para lograr que la inflación converja al objetivo, en tanto que otros consideran apropiado esperar para revisar puntualmente el efecto acumulado de la política monetaria. La división en la Fed ha sido tomada como incongruente, y una pausa acompañada por incrementos adicionales dejó un halo de escepticismo.
¿Qué fue lo que obligó a los miembros del FOMC a hacer una pausa? ¿No es contraproducente pausar y luego retomar el ciclo restrictivo? ¿No estarán mandando un mensaje confuso con esta decisión? ¿Cómo es posible revisar al alza el crecimiento y a la baja la tasa de desempleo, y en este contexto, cómo lograrán la convergencia hacia el objetivo? ¿Por qué no actuar ante la evidencia de los datos que muestran fortaleza de la demanda?
Estamos frente al ciclo más restrictivo en intensidad desde 1980, y no se ha alcanzado la tasa terminal. La economía sigue fuerte y la inflación lejos del objetivo. El apretón en el margen debe de ser considerable, y además debería de mantenerse por un tiempo prolongado. Este último escenario es el que los mercados no han incorporado, siguen sin creerle a la Reserva Federal, no se trata solamente del nivel de tasas de interés, sino del tiempo que permanecerán elevadas.