En los últimos meses los mercados se enfrentan a una paradoja. El mercado de bonos indica una recesión, en tanto las bolsas de valores señalan lo opuesto.
El mercado de bonos sigue apuntando a una recesión, porque la curva de rendimientos de bonos del Tesoro sigue totalmente invertida (los rendimientos de corto plazo son mayores que los de largo plazo, y en un ciclo de crecimiento económico suele ser al revés, donde los inversionistas reciben una prima por la duración). En la historia, generalmente cuando la curva de rendimientos de bonos ha estado invertida, la economía de Estados Unidos ha sufrido una caída considerable en la actividad económica. Llevamos más de 10 meses con una curva con pendiente negativa.
Contrariamente, el principal indicador bursátil en Estados Unidos, el S&P500 liga un rendimiento de doble dígito en lo que va del año, y pese a la reciente volatilidad, sigue en un mercado de alza; mientras que el principal indicador de tecnología arroja un rendimiento cercano al 30 por ciento. Tradicionalmente las empresas de fuerte crecimiento, como son las de tecnología, sufren retrocesos ante elevadas tasas de interés. En la historia no es común presenciar un mercado de valores al alza, cuando la economía está por entrar a una recesión. Pareciera que los inversionistas, ante comentarios de la Reserva Federal, han diluido casi por completo las expectativas de una recesión en Estados Unidos, a pesar de que estamos frente al ciclo restrictivo más agresivo en las últimas dos décadas. En este contexto es importante mencionar que, pese al descenso en la inflación, aún se encuentra lejos y por encima del objetivo de la Reserva Federal y se mantendrá en niveles elevados todo el 2024.
Sin embargo, las tasas implícitas consideran que la tasa de Fondos Federales se ubicará en 4.25 por ciento al final del 2024, evidenciando que la Reserva Federal comenzará un ciclo acomodaticio en el siguiente año, recortando 100 puntos base.
Las bolsas de valores siguen en un bull market, ante el desvanecimiento de un escenario recesivo, alimentadas por un ciclo acomodaticio que se espera comience el siguiente año. Las estimaciones por parte de los especialistas han sido revisadas al alza y hay analistas que consideran que podríamos alcanzar y superar los cinco mil puntos en los siguientes meses. Ello sin tomar en cuenta que las valuaciones lucen sumamente ajustadas, ya que al considerar el múltiplo que incluye las estimaciones sobre las utilidades para los siguientes doce meses, el P/U forward está por arriba del promedio de los últimos diez y cinco años. El consenso de analistas estima que en el 2023 las utilidades crecerán en el orden de 1.0 por ciento, y que, ante bajas bases comparativas en el 2024, las utilidades del agregado del S&P500 mostrarán un incremento de 11.9 por ciento.
Los últimos datos de la economía de Estados Unidos no apuntan a una recesión, de hecho todo lo contrario. Indicadores de alta frecuencia señalan que la economía en el tercer trimestre del año se ha acelerado. Situación que ha puesto nerviosa recientemente a Wall Street, porque en esta ocasión una economía que sigue creciendo a paso firme, sumado a un mercado laboral sumamente estrecho pone en problemas a la Reserva Federal, por lo que pareciera señalar que lo que ha hecho en términos monetarios no ha sido suficiente. La Reserva Federal tendría que seguir apretando las condiciones monetarias para no solo hacer descender la inflación al objetivo, sino adicionalmente evitar un des anclaje en las expectativas de inflación en el largo plazo.
Hay que señalar que desde 1940 en los últimos 14 ciclos económicos, después de haber alcanzado el pico inflacionario, el descenso en los precios en los meses posteriores (de 12 a 18 meses) es muy moderado. Si bien es posible que el Fed aún pueda declarar “misión cumplida”, dados los riesgos en el panorama podríamos estimar que la inflación será más persistente, por lo que lograr el objetivo será más complejo.
La pandemia dejó varias distorsiones que seguimos presenciando. ¿Quién de los dos mercados tendrá la razón? Solo el tiempo lo dirá.