Los datos más recientes de la economía americana sugieren que la actividad económica, lejos de desacelerarse se está acelerando. El PIB del tercer trimestre del año fue mayor en 4.9 por ciento en su lectura trimestral anualizada, superando ampliamente las expectativas del mercado y registrando el crecimiento más elevado de los últimos siete trimestres. Al interior, el consumo, que es el factor dominante, creció 4.0 por ciento, contribuyendo con 2.69 puntos porcentuales al crecimiento. A pesar del ciclo alcista implementado por la Reserva Federal cuyas tasas de fondos federales han aumentado 5.25 por ciento, el gasto de las familias sigue creciendo con mucha fuerza; se esperaría que a estas alturas, el consumo hubiera moderado su ritmo y al parecer ha sido todo lo contrario.
En términos de empleo, el mercado laboral en Estados Unidos se mantiene desbalanceado. Las aperturas de puestos de trabajo totalizan 9.55 millones de vacantes, acelerándose contra el mes previo. En tanto la creación de empleo de los últimos tres meses asciende a 799 mil puestos de trabajo, siendo que en septiembre se crearon 336 mil, más del doble de las expectativas. Hoy se publica el reporte de empleo, los analistas estiman una creación de 180 mil puestos de trabajo en el mes de octubre, significativamente menor a lo que hemos observado en los últimos meses, pero aún resulta muy elevado. De continuar una creación de empleo tan robusto, presentaría riesgos adicionales para la inflación.
Y aunque pareciera que los riesgos para la inflación permanecen elevados, esta misma semana en la reunión de política monetaria miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), decidieron extender la pausa, dejando sin cambios la tasa de fondos federales por segunda ocasión consecutiva en un rango de 5.25-5.50 por ciento. Aunque el comunicado permanece con una estancia restrictiva (hawkish). Jerome Powell, presidente de la FED, señaló en su conferencia de prensa que podrían incrementar en una ocasión más la tasa de interés, porque hay un largo camino por recorrer para lograr que la inflación alcance el objetivo del 2.0 por ciento; además, señaló que se necesita un crecimiento más modesto en la economía y un mercado laboral más holgado –situación que no se ha concretado. Pareciera que los miembros del FOMC no se sienten con la confianza suficiente de que la estancia restrictiva actual permitirá lograr el objetivo inflacionario, pero no quieren excederse tratando de evitar un mayor costo económico que varios juzgan como innecesario.
Parece ser que el trabajo de la Reserva Federal hasta ahora ha sido insuficiente. Al evaluar los datos, y las condiciones en la economía, probablemente se requiere una restricción monetaria más profunda y prolongada, situación que los mercados han decidido descartar, señalando a través de las tasas implícitas, que la FED ha alcanzado la tasa terminal y que los recortes comenzarán en el siguiente año.
En México se dibuja una situación semejante. La economía al tercer trimestre del año avanzó 3.3 por ciento, ligando los tres trimestres del año con avances importantes por el orden de 0.9 por ciento de manera secuencial. En tanto, el mercado laboral en México se encuentra muy estrecho, con una tasa de desempleo de 2.9 por ciento, muy cerca del mínimo histórico.
En términos de inflación, hay varios focos rojos, toda vez que, si bien la inflación general nuevamente volvió a caer más que las estimaciones al 4.27 por ciento durante la primera quincena del mes de octubre, los servicios se mantienen elevados y las mercancías han dejado de descender significativamente. La tasa de referencia de Banxico difícilmente se va a mover al alza luego de cinco reuniones que se ha mantenido en 11.25 por ciento, los mercados consideran que hemos alcanzado la tasa terminal, aunque ver un proceso desinflacionario contundente que logre el objetivo en el horizonte del pronóstico pudiera ser una ilusión.