Directora de Análisis y Estrategia en Intercam Casa de Bolsa

Las mejores ideas de inversión para 2021

En México, los activos ganadores serán aquellos poco apalancados, con buen gobierno corporativo, buenos fundamentales y cuya perspectiva de recuperación sea importante.

En 2020 los activos de riesgo fueron los claros ganadores, las bolsas de valores de Estados Unidos otorgaron en promedio un rendimiento de doble dígito, al igual que otras economías, como Japón o China. Pese a que estamos en la recesión más grande de los últimos 100 años, y las caídas en la actividad económica mundial fueron descomunales, algunas de las bolsas de valores alrededor del mundo fueron las que mejores rendimientos pagaron, probablemente por la hipótesis de una recuperación vigorosa en la economía, que recientemente ha sido alimentada por la serie de vacunas que se han aprobado.

Posiblemente, este año no sea diferente. Seguiremos sumergidos en inyecciones de liquidez sin precedentes en todo el orbe. Los balances de los principales bancos centrales del mundo suman 27.9 trillones de dólares, lo que equivale a 30 por ciento del PIB mundial. Asimismo, con la victoria de los demócratas en el Senado de Estados Unidos, podemos asumir nuevos estímulos fiscales, al menos aquellos que quedaron pendientes por aprobar. Para la principal bolsa de valores de Estados Unidos, el S&P500, la expectativa es que cierre el año en cuatro mil 400 puntos, lo que equivaldría a un rendimiento del 17 por ciento. Para las empresas que conforman el índice, se tiene una estimación de crecimiento en utilidades de 23 por ciento. Y habrá inversionistas que objeten que las valuaciones se encuentren en niveles elevados, pero considerando las utilidades esperadas para este año, el múltiplo precio/utilidad se ubica en 22.8 veces, que no es muy diferente al promedio de los últimos cinco años, que se sitúa en 18.8 veces. Sin embargo, hay que ser selectivos, porque no todos los activos han corrido con la misma suerte. Las grandes empresas de tecnología han liderado el movimiento de alza, porque precisamente son las que no necesitan del contacto humano, y las que más se benefician de las medidas de mitigación para controlar la crisis de salud en el mundo. Aunque posiblemente aquella época haya quedado atrás, porque se espera que las utilidades sigan aumentando, pero no lo harán al mismo ritmo.

Frente a una expectativa de liquidez, sumado a un cambio de política económica en Estados Unidos, es posible que existan otros sectores que se vean más favorecidos. Uno de ellos, el sector de infraestructura, que podría verse empujado por el ambicioso programa que ha planteado Joe Biden, que será ampliamente respaldado por los demócratas. Lo mismo sucede con el sector de energías limpias que, si bien ha tenido un rally considerable en los últimos meses, el programa del próximo presidente es ambicioso. Las empresas de turismo también se verán beneficiadas por una recuperación vigorosa.

Pero más allá de Estados Unidos, China también presenta una buena perspectiva de crecimiento. En los últimos meses de 2020 se han venido revisando las proyecciones sobre el desempeño de la actividad económica de ese país; tan solo esta semana el Banco Mundial ha revisado al alza en un punto porcentual su estimado, y ahora espera un crecimiento de 5.2 por ciento. Frente a esta expectativa, el sector de minería luce atractivo, particularmente, el de cobre podría ser una interesante alternativa, dado que China es el principal consumidor de este metal a nivel mundial.

En el caso de Europa se espera un alza, aunque en menor medida que los mercados emergentes y las bolsas estadounidenses. Esto por el menor componente del sector tecnológico en sus índices, y una recuperación más lenta en su economía.

En México, la Bolsa Mexicana de Valores podría presentar un incremento de 10 por ciento. Las valuaciones considerando los múltiplos de utilidad para los siguientes 12 meses (eliminando el efecto de contracción en utilidades) no lucen adelantadas. Pero también habrá que ser selectivos, los activos ganadores serán aquellos poco apalancados, con buen gobierno corporativo, buenos fundamentales y cuya perspectiva de recuperación sea importante. Las fibras, el sector exportador y las empresas que tengan exposición en el exterior son buenos ejemplos.

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