Alejandro Gomez Tamez

Se le acabaron las ganancias al Banco de México

 

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La deuda neta del sector público pasó de 5.352 billones de pesos en diciembre de 2012 a 9.693 billones de pesos en diciembre de 2016, lo que es equivalente a un endeudamiento adicional diario de 2.971 miles de millones de pesos. Este ritmo de endeudamiento es el más alto de la historia moderna de México y ha ocasionado que varias de las calificadoras de la deuda soberana, entre ellas Moody´s, nos la hayan puesto en revisión con perspectiva negativa.

Dado lo anterior, ahora la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) nos presume su "manejo responsable de las finanzas públicas" y nos menciona como ejemplo el hecho de que la deuda neta total del sector público por fin dejó de crecer y de hecho disminuyó en 450 mil millones de pesos al haber pasado de 9.693 billones de pesos en diciembre de 2016 a 9.243 billones en abril de 2017.

Pero se debe destacar que esta favorable evolución se debe, en buena medida, a que el pasado 28 de marzo el Banco de México le entregó al gobierno federal su remanente de operación por 321.653 miles de millones de pesos.

Es importante señalar que la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, establece que al menos el 70 por ciento de los recursos del remanente entregado por el Banxico se deben utilizar para la amortización de deuda pública contraída en años anteriores o bien, para reducir las necesidades de financiamiento del año en curso.

Se debe señalar que a diferencia de otros bancos centrales, el Banxico no le presta dinero a los bancos comerciales a través de lo que se denomina ventanilla de descuento. De igual manera, el banco central mexicano no le presta dinero al gobierno federal como si lo hacía en el pasado, lo cual tuvo consecuencias terribles para la economía nacional en la forma de inflación dado que se monetizaban los déficits fiscales. ¿Entonces de dónde salen los remanentes de operación del Banco
de México?

Pues salen de la apreciación en el valor de las reservas internacionales en poder del Banxico. Para ilustrar como funciona esto veamos los siguientes datos: el saldo de las reservas al cierre de 2015 fue de 176.736 miles de millones de dólares (mmdd) y al cierre del 2016 éste fue de 176.542 mmdd. De manera paralela, tenemos que el 31 de diciembre de 2015 un dólar costaba 17.197 pesos y para el 31 de diciembre de 2016 costaba 20.625 pesos.

Esto significa que a principios de 2016 las reservas estaban valuadas en unos 3.039 billones de pesos y para el cierre de dicho año ya estaban valuadas en aproximadamente 3.641 billones de pesos. Y pues de ese diferencial en el valor de las reservas internacionales es de donde sale buena parte de la ganancia del Banxico y el eventual remanente de operación que es entregado al gobierno federal. De hecho, de acuerdo con cifras oficiales en el 2016 el resultado neto por valuación de posiciones en divisas del Banxico fue de 582.85 miles de millones de pesos.

Pero entonces así como el Banxico gana cuando se da una apreciación del dólar, pues pierde cuando el dólar baja de precio; y pues eso fue precisamente lo que sucedió en el arranque de este año ya 
que el dólar pasó de 20.625 pesos al cierre de 2016 a 18.832 pesos al 31 de marzo de este año. De esta manera y de acuerdo con los estados financieros del Banco de México, en el primer trimestre de 2017 éste obtuvo una pérdida de 310.911 miles de millones de pesos por concepto de valuación en moneda nacional de sus activos en otras divisas.

Cabe señalar que esta pérdida fue ocasionada por la combinación de dos hechos. Por una parte, la apreciación del peso ya señalada en el párrafo anterior, y por la disminución de las reservas internacionales, las cuales retrocedieron en 1.611 mmdd en el primer trimestre de este año, al haber pasado de 176.5 mmdd a 174.9 mmdd.

De esta manera, tenemos que la pérdida del Banxico observada en los primeros tres meses de 2017 equivale al 53.34 por ciento de toda la ganancia obtenida en el año 2016. Pero si a esta pérdida le sumamos 
los gastos de operación del banco central, pues tenemos que éste tuvo pérdidas totales por 320.939 miles de millones de pesos.

Al escribir estas líneas el tipo de cambio se encuentra en 17.91 pesos por dólar y estando a escasas dos semanas de que termine el segundo trimestre del año, pues podemos casi asegurar que las pérdidas para el Banxico continuarán en el segundo trimestre. De mantenerse el actual nivel de tipo de cambio y de reservas internacionales, las pérdidas cambiarias para el Banxico serán de aproximadamente unos 167 mil millones de pesos en el segundo trimestre del año.

Entonces, a menos de que el dólar supere los 20.625 pesos y el Banxico sea capaz de recuperar los casi 2 mil millones de dólares de reservas internacionales que ha perdido en lo que va de este año, es un hecho que este año no habrá remanente de operación para entregarle a la SHCP.

Esto desde luego que presionará las finanzas públicas, ya que el gobierno federal ya se había acostumbrado a tener estos ingresos que le otorgaba el Banxico. En los años 2014, 2015 y 2016 el Banxico obtuvo ganancias cambiarias, lo que a su vez derivó en ganancias netas totales, lo cual le permitió que en dichos ejercicios fiscales le entregara remanentes de operación al gobierno federal una vez que constituyó reservas de capital.

Dada esta situación financiera del Banco de México, sería interesante que esta institución valorara la conveniencia de reactivar la ventanilla de descuento de manera que le pueda prestar dinero a los bancos comerciales, tal como lo hace el Banco de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED).

En nuestro vecino del norte, la FED ofrece tres programas de ventanilla de descuento a los bancos: crédito primario, crédito secundario y crédito estacional, cada uno con su propia tasa de interés.

Bajo el programa de crédito primario, se extienden créditos por periodos muy cortos (generalmente nocturnos) a los bancos con una situación financiera sólida. Las instituciones financieras que no son elegibles para créditos primarios pueden solicitar un crédito secundario para satisfacer sus requerimientos de liquidez de corto plazo o para resolver dificultades financieras severas.

El crédito estacional se ofrece a instituciones financieras que tienen fluctuaciones recurrentes en sus necesidades de fondeo, tales como bancos que financian la actividad agrícola. Así, pues a través de la reactivación de la ventanilla de descuento, el Banco de México podría
competir con los otros bancos que se prestan entre sí y se cobran la Tasa de Interés Interbancaria de Equilibrio, mejor conocida como la TIIE. El Banxico podría establecer su tasa de descuento tal vez a
un nivel 0.1 puntos porcentuales por encima de la tasa de Cetes a 28 días vigente.

Quiero aclarar que con esta propuesta no se trata de que el Banxico genere utilidades para a su vez pasárselas al gobierno federal, sino de encontrar mecanismos que le permitan tener mayores ingresos que le permitan, al menos, hacer frente a sus gastos de operación. De igual forma, con este cambio en lo que puede hacer el Banxico, se estaría poniendo al banco central a la altura de los bancos centrales de naciones desarrolladas.

Es cierto que el Banxico no está quebrado ya que cuenta con abundantes reservas de capital, pero si es conveniente realizar ajustes de manera que tengamos un banco central más sólido. Esperemos que los miembros de la Junta de Gobierno del Banxico valoren esta propuesta.

*El autor es director general GAEAP.

Twitter: @alejandrogomezt

Correo: alejandro@gaeap.com

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