Las Encuestas

Pelear por el país

No hay distinción de clases en la intención de pelear por el país. Tanto la clase media como las clases populares dijeron estar igualmente dispuestas a pelear en caso de guerra.

La guerra en Ucrania, tanto en su desarrollo militar como en su faceta comunicacional, nos lleva a tomarle el pulso hoy a la opinión pública mexicana, pero también a revisar los registros previos de opiniones respecto a los conflictos bélicos.

Hoy en día predomina la preferencia por que nuestro país se mantenga neutral ante la guerra, de acuerdo con una encuesta nacional de EL FINANCIERO publicada el miércoles pasado en estas páginas: 73 por ciento de los mexicanos apoya la neutralidad, y 22 por ciento prefiere manifestar su apoyo a alguno de los lados en conflicto.

Hace 80 años, en el entorno de la Segunda Guerra Mundial, y a pesar de haber sufrido agresiones directas, la gran mayoría de mexicanos manifestó su rechazo a entrar a la guerra. En mayo de 1942, la revista Tiempo, que dirigía Martín Luis Guzmán, realizó y publicó un sondeo que preguntaba a la población capitalina lo siguiente: “¿Cree usted que México debe entrar a la guerra?”.

Poco antes de que se realizara la encuesta, submarinos alemanes habían hundido dos buques petroleros mexicanos en las costas del Golfo de México, lo cual podría haber alimentado la indignación nacional. Aun así, 78 por ciento de las 900 personas que ‘votaron’ en un ejercicio inicial de Tiempo se manifestó en contra de entrar a la guerra, frente a un minoritario 22 por ciento a favor.

Conforme la muestra se fue ampliando a otras ciudades, la mayoría en contra se mantuvo, y solamente se revirtió cuando la revista cambió el fraseo de la pregunta por uno más favorable a la decisión del presidente Ávila Camacho de declarar la guerra a Alemania: 81 por ciento estuvo de acuerdo en que era “patriótico apoyar la política adoptada por el presidente para defender el interés y decoro nacionales”.

Otra pregunta en las encuestas de Tiempo en 1942 era si el servicio militar debería ser obligatorio o no. Una mayoría de 69 por ciento dijo que sí, y 31 por ciento dijo que no. La mayoría rechazaba entrar a la guerra, pero un amplio sector estaba a favor del servicio militar obligatorio, acaso una muestra del patriotismo decimonónico que se sigue cantando hasta nuestros días: “Piensa, oh, Patria querida, que el cielo un soldado en cada hijo te dio”.

¿Qué tan fuerte es hoy ese sentido de patriotismo? La Encuesta Mundial de Valores (EMV) la ha documentado por medio de la pregunta “En caso de guerra, ¿estaría usted dispuesto a pelear por su país?”.

En 1983, 89 por ciento de los mexicanos dijo sí estar dispuesto a pelear por el país en caso de guerra. Esa respuesta positiva bajó a 74 por ciento en 1990 y hasta 59 por ciento en 1997. Luego se estabilizó en los estudios posteriores: 68 por ciento en 2000, 70 por ciento en 2005, 72 por ciento en 2012 y 69 por ciento en 2018.

A espera de la siguiente ronda de la EMV, una encuesta nacional de EL FINANCIERO realizada este mes planteó la misma pregunta, y los resultados ubican al patriotismo mexicano mayoritario, pero en su punto más bajo: 53 por ciento dijo sí estar dispuesto a pelear por el país en caso de guerra, 40 por ciento no y 7 por ciento no respondió.

De acuerdo con la encuesta, los hombres dijeron estar más dispuestos a pelear por el país (63 por ciento) que las mujeres (42 por ciento); los jóvenes de 18 a 29 años se mostraron más dispuestos a pelear (61 por ciento) que sus mayores (54 por ciento entre el grupo de 30 a 49 años y 43 por ciento entre los de 50 o más). Y también los universitarios (60 por ciento), comparados con quienes tienen estudios de nivel medio y básico (48 por ciento y 51 por ciento).

Según el sondeo, la región centro del país registra la mayor disposición a pelear (62 por ciento), seguida por el norte (50 por ciento), el sur (49 por ciento) y más detrás la región centro-occidente (46 por ciento). No se observa una distinción por clase social: tanto la clase media como las clases populares dijeron estar igualmente dispuestas a pelear en caso de guerra (52 por ciento).

Políticamente, el patriotismo es mayoritario entre morenistas (63 por ciento) y oposicionistas (57 por ciento), pero minoritario entre los apartidistas (45 por ciento). No obstante, al considerar la ideología, la derecha manifiesta una mayor disposición a pelear (54 por ciento) que la izquierda (45 por ciento), aunque el que destaca es el centro (59 por ciento).

La pregunta de la EMV comienza con un buen deseo: “Todos esperamos que no haya una guerra...”. Pero en el escenario hipotético de que la hubiese, la proporción de mexicanos dispuesta a pelear por el país es de 53 por ciento, un nivel mayoritario, sí, pero el más bajo registrado desde los años 80. Habrá qué reflexionar si para bien o para mal, pero algo ha cambiado.

Mexicanos dispuestos a pelear por su país, según encuesta. (Especial)

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