Luego del tusnami electoral de 2018, el avance de Morena en las entidades del país no ha cesado: desde ese año, el hoy partido oficial ha ganado 17 de 26 gubernaturas en juego (65 por ciento). Y lo más probable es que la marea guinda siga avanzando en los comicios de este 5 de junio.
Según las encuestas, Morena aventaja en cuatro de los seis estados que renuevan gobernador: Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, y está en posibilidades de llevarse cinco de los seis, si en Durango el empate estadístico que hoy prevalece se rompe a su favor. Aguascalientes es el único estado donde los momios no favorecen a Morena y lo más probable es que gane la alianza que encabeza el PAN.
Permítame agregar a estas tendencias algunos elementos adicionales, derivados de las encuestas, con el propósito de abonar al análisis.
1. Si bien la marea guinda sigue fuerte, sus bases de apoyo no son las mismas que en 2018. Como se mostró en una publicación de Nación321, un cambio notable es la pérdida de apoyo entre los jóvenes. Al parecer, la 4T no ha resultado tan atractiva para ellos. No obstante, esa pérdida se ha compensado con un mayor apoyo entre los electores de mayor edad.
2. La paridad de género ofrece a los electorados estatales combinaciones interesantes de candidatos y candidatas, y es seguro que el 5 de junio serán electas dos gobernadoras, en Aguscalientes y Quintana Roo, donde las dos punteras en las preferencias son mujeres. Dependiendo de lo que suceda en Durango, podrían incluso ser electas tres gobernadoras.
Sin embargo, el voto de las mujeres no parece decantarse hacia las candidatas, sino que refleja la dinámica de la competencia en cada entidad. En Oaxaca y Tamaulipas, donde no hay candidatas competitivas, el voto mayoritario de las mujeres está con el candidato de Morena. En Quintana Roo y Aguascalientes, la mayoría del voto femenino apoya a la candidata puntera. En Hidalgo, las mujeres apoyan más al candidato puntero que a la candidata. Y en Durango las mujeres dividen votos.
3. Las seis elecciones estatales lucen altamente partidistas. En Aguascalientes, el peso del panismo apoyado por el priismo local son fundamentales para tener a la candidata de la alianza adelante, aunque también se nota cierto rechazo al presidente López Obrador (una especie de antilopezobradorismo), quien precisamente tiene su nivel de aprobación más bajo en ese estado: 40 por ciento, de 16 a 18 puntos por debajo de su promedio nacional.
En Durango, Hidalgo y Oaxaca, el priismo es el que destaca, pero podría no resultar suficiente para inclinar la balanza a favor de sus candidatos y candidatas.
4. La aprobación de gobierno también juega un papel importante, pero en algunos casos como Hidalgo y Quintana Roo, el factor central es el gobernador, mientras que en otros, como Durango, Oaxaca y Tamaulipas, el Presidente es el principal referente de los votantes. En Aguascalientes, tanto el gobierno estatal como el federal pesan más o menos lo mismo en las intenciones de voto.
5. A pesar de que el partidismo es un factor predominante, los electorados apartidistas son los que inclinarán la balanza. La mala noticia para la alianza PAN-PRI-PRD es que los apartidistas se inclinan hacia Morena en cinco de los seis estados, de manera muy clara en cuatro de ellos y ligeramente en Durango, lo cual hace probable que Morena pudiera arrebatar esa entidad. La excepción es Aguascalientes, donde el electorado apartidista está con la candidata PAN-PRI-PRD. El factor clave en el resultado serán las tasas de participación de los apartidistas.
En las elecciones nada está dicho antes de que sucedan, y las encuestas tan sólo nos orientan y nos permiten disminuir la incertidumbre de la competencia política democrática. Gracias a la información de las encuestas podemos saber el tipo de apoyo que capta cada opción política y también quiénes se perfilan como probables ganadores. Al final, quienes deciden son las y los votantes.
Por cierto, la fecha límite de publicación de encuestas es el miércoles 1 de junio. Veremos si se registra algún cambio en las tendencias o no.