En plena discusión de la reforma eléctrica se les ‘ocurre’ a los trabajadores de la refinería de Dos Bocas hacer un paro de labores que provocó enfrentamientos con la policía estatal de Tabasco y que a la postre derivaron en varios heridos, uno de ellos con arma de fuego y la versión no confirmada de una muerte.
El tema de fondo es que Rocío Nahle no ha podido contener las crecientes manifestaciones de inconformidad del personal que labora en la planta bajo las siglas de ICA Fluor, no obstante que para nadie es un secreto, por lo menos en esa entidad, de que a los trabajadores se les explota con dobles jornadas laborales sin el pago correspondiente, amén de carecer de los equipos básicos para hacer su trabajo y maltratos. Desde luego, el conflicto escala por el pleito que prevalece entre varios líderes sindicales que pretender conseguir, cada uno por su lado, prebendas y derechos sobre las cuotas.
El chiste es que le explotó la bomba a la secretaria de Energía y al mismo presidente de la República, quien fiel a su estilo minimizó el enfrentamiento a un conflicto insulso que les tomaría un poco de tiempo para resolverlo.
Si eso ocurre en una de las tres obras insignia del presidente, qué se podrá esperar si se aprueba la reforma eléctrica que le daría el total control a la CFE de este energético y de los minerales como el litio.
La reforma más relevante por su impacto en la economía, medioambiente, TMEC, inversión privada, confianza de inversionistas, calificación de la deuda, litigios internaciones y precio de la luz, entre otros tantos temas, quedaría en manos de tres personajes de la 4T que se han caracterizado por su ineptitud y actos de corrupción, como la propia titular de la Sener, Rocío Nahle; Manuel Bartlett, director de CFE; y Octavio Romero Oropeza, de Pemex.
Si se aprueba la citada reforma con el simple periodo de transición para implementarla, tendrían para reventar al gobierno, debido a que carecen de la experiencia, el presupuesto y el personal para ello, ya no digamos cuando la CFE tome el control total de la generación y comercialización del fluido eléctrico para satisfacer toda la demanda que requiere el país.
Si ahora se está en el límite para atender la demanda, y eso con la participación de la iniciativa privada, no quiero imaginar cuando saquen a varios de los grandes jugadores privados del mercado.
Dice Nahle que no se va a nacionalizar ni un tornillo ni una tuerca, así como afirmó que Dos Bocas resolverá en buena medida la demanda que tiene la población de gasolina.
El conflicto de los trabajadores de la refinería de Dos Bocas tiene muchos brazos, entre ellos el de la corrupción y en uno de ellos va a quedar atrapada Rocío Nahle.
En lugar de estar enfocada en cumplir con la orden de su jefe, de explicar “las bondades de la reforma eléctrica”, se distrae con apagar fuegos en Dos Bocas, provocados por su ineptitud y poca sensibilidad.
El problema con los gaseros es también otro conflicto que ya le estalló en las manos a la secretaria de Energía
Mientras que el bloque opositor en el Congreso se atrinchera para la batalla final, la 4T se distrae en remediar problemas que ellos mismos generan.
Desde San Lázaro, el coordinador del grupo parlamentario del PRD, Luis Espinosa Cházaro, rechazó que exista una fractura en la alianza Va por México, integrada por el PAN, PRI y su bancada; por el contrario, subrayó, está más sólida que nunca y planean ir juntos en las próximas elecciones.
Sostuvo que las diferencias que se han dado en torno a la reforma energética del Ejecutivo federal son de forma y no de fondo; además, subrayó, es un tema técnico y no político. “Vamos a participar del Parlamento abierto el PAN, el PRI y el PRD, traer expertos porque es un tema técnico, no político. Queremos que vengan quienes dicen que la reforma es benéfica y la expliquen, pero también quienes plantean que una reforma de este calado no traerá precios más bajos, ni energías más limpias”, comentó.
Expuso que su bancada actualmente no respalda la reforma energética por dos razones fundamentales: no incluye energías limpias y cómo pretende que, bajo el monopolio de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que anda tan mal en sus números, se garantice tarifas bajas para los ciudadanos de menores recursos, pues si la luz es cara, la única forma que habría es aplicando subsidios y no habría dinero que alcance.
Así las cosas, veremos hasta cuándo cambiará el presidente los fusibles que ya ocasionan cortocircuito en su proyecto de transformación.
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