Se termina el segundo periodo de sesiones del segundo año de ejercicio en el Congreso y los pendientes se acumulan en ambas cámaras y, al paso que vamos, ni con un periodo extraordinario de sesiones se descongelarán varios asuntos de suma importancia para el país, lo que de suyo, vuelve inoperantes a los legisladores.
Ante la ineficacia del titular de Segob, Adán Augusto López, por tender puentes con la oposición y con ello reanudar el diálogo para negociar diversas iniciativas, leyes pendientes y nombramientos por aprobar, el Congreso está paralizado y a esta inoperancia hay que sumarle la polarización que se enquista como un cáncer, no solo entre los grupos parlamentarios, sino en el seno de los partidos políticos, como es el caso de Morena en el Senado de la República.
Cuando el jefe máximo de los oficialistas está obsesionado por terminar con los órganos autónomos como el INAI, adelgazar la estructura del gobierno para tener recursos para acabar sus obras insignia y garantizar el triunfo electoral de Morena en la elección del Estado de México y del próximo año, pues es difícil que la agenda legislativa que contiene otros temas, salga adelante.
El cierre del actual periodo ordinario de sesiones concluye esta semana y tan solo en la Cámara baja está el pendiente, entre otros, de fusionar 16 órganos desconcentrados del gobierno federal, así como la propuesta presidencial para modificar 23 leyes secundarias en materia administrativa, además de la reforma constitucional para limitar las funciones del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
En la Cámara alta están pendientes los nombramientos de los dos comisionados del INAI para que pueda sesionar; la Ley Minera y las leyes de Aeropuertos y de Aviación, esta última es relevante para recuperar la categoría 1 en materia de seguridad aérea.
Si los legisladores no han podido atender estos pendientes en los últimos tres meses, ¿podrán hacerlo esta semana? Pues es imposible.
El calendario parlamentario camina a paso de tortuga, diferente a las apremiantes necesidades que se requieren atender en el país.
Está claro que ante el crisol de las elecciones de este año y del que viene, no transita nada en el Congreso que requiera acuerdos entre las bancadas partidistas y solo se aprobará aquello que es insustancial o de plano, solo lo que autorice el presidente López Obrador y párele de contar.
También hay que decirlo, a la actual administración le queda un año y cinco meses en el cargo y a los legisladores federales menos, por ello, hasta los propios senadores y diputados de Morena, ya no tienen tanto interés en cumplir las instrucciones que provienen de Palacio Nacional o de Gobernación, como, verbigracia, la reforma al TEPJF.
La rebatinga por los puestos de elección popular que estarán en juego el próximo año, causará estragos en las filas, principalmente de Morena, en donde observamos que no solo las corcholatas se dan con todo, sino entre aquellos que buscan una candidatura a gobernador, diputado federal o senador y hasta alguna plaza en algún ayuntamiento o Congreso local.
Si existiera un indicador de la productividad para los senadores y diputados, saldrían reprobados, por decirlo de manera elegante y su tarea resulta demasiada onerosa para las arcas públicas, eso de mantener a una bola de haraganes que solo sirven para ‘sangrar’ al país, nomás no ayuda en nada. Claro, hay honrosas excepciones.
Reporta Ricardo Monreal desde el Senado que en esta última semana de sesiones ordinarias buscarán discutir al menos 14 proyectos de ley, entre minutas de la colegisladora e iniciativas presentadas en el Senado, además de aprobar diversos nombramientos, entre ellos los comisionados del INAI; por ello, dice el zacatecano, están pensando en realizar un periodo extraordinario en mayo, aunque por el retraso que tienen necesitarían por lo menos otros dos más, para sacar los pendientes más urgentes.
En la Cámara alta hay una calma ‘chicha’, esa que precede a una tormenta, en virtud de que el bloque opositor no quiere avanzar en ningún pendiente, mientras no se resuelvan los nombramientos en el INAI, y el grupo parlamentario morenista está resquebrajado; por lo tanto, no espere, estimado lector, avances en el Congreso, en cambio, sí se avizoran serios desencuentros y más ahora que el presidente de la República está convaleciente.