Desde San Lázaro

Y no entró en operación la Línea 12 con Sheinbaum

No pasa una semana sin que ocurran percances en las vías, convoyes y en general en las instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo Metro.

Luego del siniestro mortal del 3 de mayo de 2021 en la Línea 12 del Metro, dijimos en este espacio —ante el anuncio del presidente López Obrador y la jefa de Gobierno capitalino que quedaría habilitado el tramo colapsado máximo en un año— que, mientras Claudia Sheinbaum estuviera al frente de la CDMX, no entraría en operación y así ha ocurrido en virtud de que renunciará a su cargo mañana viernes 16 de junio.

Ante esta aseveración se dejaron venir las granjas de bots para increpar a este reportero, empero, el tiempo nos dio la razón.

La falta de mantenimiento mayor al Metro, estigmatizó a una funcionaria incapaz de solventar con éxito la responsabilidad conferida por los capitalinos en las urnas, no obstante el incondicional e ilimitado apoyo que le brindó AMLO, tanto para su óptimo funcionamiento, como para rehabilitar las líneas más deterioradas.

No pasa una semana sin que ocurran percances en las vías, convoyes y en general, en las instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo, cuando bien le va, ocurren retrasos en el arribo de los trenes a las estaciones con el consecuente riesgo que representa ello para los pasajeros.

La presunta teoría del sabotaje nunca se comprobó, aun con los seis mil elementos de la Guardia Nacional que mandó el presidente a custodiar el Metro.

Así que las líneas 1 y 12 esperarán a que el suplente de Claudia, las concluya y sobre todo, que funcionen al cien por ciento y en contraparte, que en las otras líneas no exista otro percance con pérdidas de vidas humanas.

Se va Sheinbaum para buscar una eventual candidatura presidencial por Morena y prácticamente deja votada la ciudad con innumerables pendientes en materia precisamente de transporte público, inseguridad, crisis económica, marginación, con un sistema de salud deteriorado y con desabasto de medicamentos, vacunas e insumos, entre otros temas como la creciente polución y la falta de infraestructura en el abastecimiento de agua potable.

De acuerdo al INEGI, el 70.1 por ciento de la población mayor de edad considera a la inseguridad como el problema más importante que aqueja a la CDMX.

El aumento de precios con el desempleo y la impunidad a delincuentes, son de las grandes asignaturas pendientes de la todavía jefa de Gobierno.

Durante su gestión se dio prioridad a todas aquellas acciones y programas en las cuales pudiera sacar raja política como sus programas de política social con tintes electoreros, al tiempo de poner obstáculos en el camino a los alcaldes de oposición que gobiernan en nueve de las 16 alcaldías que conforman la capital del país.

Podríamos decir sin temor a equivocarnos, que el paso de la exdelegada de Tlalpan por la jefatura de Gobierno de la metrópoli, fue mediocre y ello se alcanzará a vislumbrar con el paso del tiempo porque saldrá a la luz información que han ocultado, no obstante que debe ser pública, sobre el ejercicio de multimillonarios recursos públicos para el costo de los conciertos masivos, las consultas en torno a la revocación de mandato y el juicio a los expresidentes, el pago de espectaculares, bardas, encuestas, promoción electoral en redes sociales y la organización de eventos proselitistas, entre otras desviaciones presupuestales.

Habrá que observar con lupa quién se quedará en su lugar, ya que el que debería serlo porque así lo señala la normatividad, Martí Batres, no cuenta con la confianza del principal huésped de Palacio Nacional y por ello buscan otras opciones que se procesarán en el Congreso capitalino.

El nuevo titular del Gobierno de la Ciudad de México, deberá por un lado, continuar con las obras que deja pendientes Sheinbaum, como por ejemplo, la conclusión del Tren Interurbano a Toluca, Estado de México, en su tramo que pasa por la ciudad y además, tendrá que limpiar el cochinero financiero y presupuestal que prevalece en las arcas capitalinas.

El presidente del PAN en chilangolería, Andrés Atayde, festejó la salida de Sheibaum e hizo votos para que ahora sí despache en las oficinas del Zócalo un funcionario de tiempo completo y no alguien que gobernaba a medias, porque descuidaba mucho su chamba en su aspiración de conseguir la nominación de Morena para ser la candidata presidencial.

“Su constante ausencia propició que los grandes problemas de la Ciudad de México se hicieran más grandes, por lo que debió haber renunciado mucho antes”, advirtió el dirigente panista.

En cualquiera de los casos, los capitalinos deberían estar de plácemes porque el que llegue en lugar de Sheinbaum, por lo menos le dedicará más tiempo a gobernar la ciudad, en lugar de perder el tiempo en proyectos personales que a la postre ni se cristalizarán.

Algo que caracteriza a la 4T es que la mayoría de sus obras de relumbrón quedan inconclusas o están mal hechas. Es el caso de la Línea 3 del Cablebús, la cual afectará a las tres escuelas “El Pípila” en la alcaldía Miguel Hidalgo; la jefa de Gobierno nunca se acercó a conciliar con dicha comunidad porque se verá afectada por la torre 37. Ella ya se va y dejará muchos pendientes, uno de ellos es la indefinición en el trazo de esta línea para que no afecte a dichas escuelas y no devaste la zona ecológica del Bosque de Chapultepec.

COLUMNAS ANTERIORES

El robo del siglo
Democracia sindical en el SNTE

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.