Lo dijo Enrique Quintana, brillante periodista, en su columna de ayer en El Financiero: “Ganamos el premio mayor y no nos hemos dado cuenta” y, efectivamente, el gobierno de la autollamada 4T está desperdiciando una oportunidad dorada al no caminar de la mano con los empresarios que están creando sinergias nacionales e internacionales para aprovechar las ilimitadas posibilidades de desarrollo económico y social que da el nearshoring.
Desde luego, se debe dejar a un lado la demagogia y enfocar los esfuerzos públicos para establecer un ecosistema ad hoc para detonar el gran potencial que representa la relocalización y por ello es menester alinear, incluso el Paquete Económico del próximo año, en especial el Presupuesto para fortalecer la infraestructura de conectividad terrestre, marítima y aérea, al tiempo de frenar los alarmantes niveles de inseguridad, fortalecer la gobernanza, el Estado de derecho y que los tres órdenes de gobierno, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, cada quien en su ámbito de competencia, apoyen al sector empresarial para capitalizar esta “oportunidad que cayó del cielo”, para detonar el empleo formal y el desarrollo económico nacional.
Otra condición para enfrentar y aprovechar el reto sería la búsqueda activa de inversiones extranjeras que desean relocalizar su producción, a través de la promoción de México en el exterior como destino atractivo de inversión fija, el fortalecimiento de la infraestructura y de las cadenas de suministro, para lo que se necesitan carreteras y puertos seguros, así como vías de comunicación que faciliten el transporte, además de asegurar que habrá suficiente energía eléctrica y agua para las empresas que opten por llegar a México.
El año pasado, el Banco Interamericano de Desarrollo advirtió que México se encontraba en una posición ideal, por su ubicación geográfica y los acuerdos del T-MEC, para incrementar sus exportaciones en 35 mil 300 millones de dólares anuales, un monto que corresponde a 45 por ciento de lo pronosticado para toda América Latina y el Caribe.
Existen diversas regiones del país que no están ubicadas en la frontera norte, que se están viendo impactadas de forma positiva por la relocalización de las empresas, como la CDMX y varios estados que se ubican en el centro del territorio nacional.
De acuerdo con datos de la Encuesta Mensual de Actividad Económica Regional (EMAER) que realiza el Banco de México, 9.3 por ciento de las empresas de más de 100 trabajadores percibió impactos favorables debido específicamente al proceso de relocalización, mientras la zona conformada por la Ciudad de México, el Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Morelos, Puebla, Querétaro y Tlaxcala superó la media nacional al llegar a 9.8 por ciento de las unidades de negocio.
El estudio del Banco Central menciona que el impacto positivo del nearshoring en las empresas la zona norte de México fue de 11.9 por ciento, apenas 2.1 por ciento superior al de la región donde se encuentra la capital del país.
Banco de México presenta, además, los resultados de la construcción del Índice de Propensión a la Relocalización para las principales áreas metropolitanas del país, en el que ubica el Área Metropolitana de la Ciudad México como la tercera con mayor propensión entre 44 áreas sujetas de análisis, solo detrás de Saltillo y Monterrey. De las metrópolis del centro del país, Querétaro está en el lugar 9, Puebla-Tlaxcala en el 15 y Toluca en el 16.
Por este motivo, afirmó Armando Zúñiga Salinas, mandamás de Coparmex-CDMX, que es fundamental para las empresas de la Ciudad de México y la región en la que se encuentra, conocer todos los retos y oportunidades que presenta el nearshoring en una zona que tiene todo, desde infraestructura, servicios, universidades, empresas de todos los tamaños y niveles de inclusión tecnológica, además de su capital humano, es una obligación saber aprovechar todas estas ventajas.
Zúñiga dijo que se necesita una gobernanza que genere certidumbre, es decir, que se respete el Estado de derecho, mayor seguridad pública y políticas económicas internas que propicien un buen ambiente de negocios. También paquetes fiscales orientados al recibimiento de la relocalización que contemplen estímulos, así como orientación en los trámites y el funcionamiento de la infraestructura.
En este sentido, la Coparmex CDMX realizó un llamado alto y fuerte a los legisladores para que lleven a cabo las necesarias correcciones al Paquete Económico con el objetivo de contar con un #PresupuestoResponsablePara2024, ya que abrir la puerta a un déficit creciente pone en riesgo las grandes oportunidades que tenemos como país por el nearshoring.