Desde San Lázaro

Arranca la COP28

El día 12 se conocerán las resoluciones finales y sobre todo los compromisos asumidos para enfriar al planeta.

La mayor y más importante reunión mundial para abordar la emergencia del calentamiento global, arrancó ayer en Dubái, una cumbre determinante para el futuro climático y energético del planeta, en la que participan líderes globales y expertos, científicos, activistas y todo tipo de protagonistas sociales que buscarán soluciones a esta crisis.

Varios presidentes estarán presentes a partir de hoy, agrupados bajo la denominada Cumbre de Acción Climática Mundial, que dará pauta para los debates y discusiones entre los participantes.

El día 12 se conocerán las resoluciones finales y sobre todo los compromisos asumidos para enfriar al planeta.

En esta cumbre también participan los empresarios del mundo agrupados a las centrales empresariales más relevantes del orbe.

La International Chamber of Commerce (ICC), con su red de más de 45 millones de empresas socias en más de 170 países y como punto focal de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC), para las empresas y la industria, participará activamente en la Conferencia de Naciones Unidas para el Cambio Climático (COP28).

La COP28 representa un momento crucial del compromiso de la comunidad internacional con los objetivos del Acuerdo de París y se espera que los países que asistan, presenten un plan de respuesta rápida al primer balance mundial (GTS por sus siglas en inglés) de los progresos colectivos en materia de clima desde París, para volver a situarnos en la trayectoria de 1.5 °C y descarbonizar todos los sectores económicos a un ritmo y con una profundidad nunca vistos, al tiempo que se potencia la financiación para los más vulnerables al clima, se mejora la vida de las personas y se garantiza el crecimiento económico sostenible y la prosperidad para todos.

En otras palabras, este año se realizará el primer balance global del proceso de la acción climática. Este primer diagnóstico proporcionará datos de la situación en la que nos encontramos en relación con el objetivo de no superar el grado y medio de aumento de la temperatura del planeta a finales de siglo. El primer balance mundial permitirá analizar las contribuciones a nivel nacional (NDCs por sus siglas en inglés), es decir, los objetivos y compromisos adquiridos por cada país y permitirá que se alineen los esfuerzos para acelerar la acción climática.

Por lo tanto, este primer diagnóstico marca un punto de inflexión y una oportunidad para redirigir el rumbo hacia una mayor ambición. Sus resultados servirán para que los países actualicen y revisen sus objetivos y compromisos climáticos.

Así como los liderazgos globales participaron activamente cohesionados para enfrentar la pandemia de Covid-19, logrando la producción de vacunas en tiempo récord y con ello abatir la mortalidad progresiva, ahora se exige ese mismo esfuerzo mundial para combatir el cambio climático, en donde es indispensable la participación de todos para revertir el daño ambiental y prevenir crisis mundiales, en las cuales se verían afectadas millones de personas.

La ICC ha preparado las propuestas sobre lo que la COP28 debería aportar a las empresas y al planeta:

1. Un mapa de ruta sólido bajo la primera Evaluación Global que proporcione a los gobiernos y a las empresas un plan claro sobre qué intervenciones deben tener lugar, por sector, para alinearse con un mundo resiliente de 1.5 grados centígrados, incluyendo las tan necesarias políticas habilitadoras y de apoyo (como una fijación efectiva de los precios del carbono) y las tecnologías disponibles.

2. El acuerdo sobre la plena aplicación del artículo 6 del Acuerdo de París sobre el comercio internacional de derechos de emisión, que puede sentar las bases de un mercado de carbono transfronterizo que funcione correctamente y con un alto grado de integración, capaz de acelerar la reducción de emisiones al menor costo posible para la economía real.

3. El cumplimiento de la promesa de 100 billones de dólares en financiación climática para las economías emergentes como base de referencia y la consecución de avances tangibles hacia el establecimiento de un objetivo colectivo de financiación climática más ambicioso para después de 2025.

4. La aplicación de un programa de acción para alinear mejor el sistema financiero mundial con los objetivos del Acuerdo de París, eliminando las barreras necesarias a las inversiones del sector privado, así como la accesibilidad y disponibilidad de la financiación climática en muchos mercados emergentes como resultado de las recientes tendencias macroeconómicas.

Ante la mayor amenaza que enfrenta el mundo, luego de la proliferación de las armas nucleares, es vital la resiliencia globalizada para darle viabilidad hacia el futuro a esta nave espacial llamada Tierra.

COLUMNAS ANTERIORES

El robo del siglo
Democracia sindical en el SNTE

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.