Desde San Lázaro

Ahí viene Xóchitl

Después de varias semanas en las que pagó su curva de aprendizaje, Xóchitl Gálvez ha retomado el camino con un paquete de propuestas atractivas, viables y de gran calado.

Efectivamente, existe una gran preocupación del principal huésped de Palacio Nacional, porque no hay plena certeza de que Claudia Sheinbaum gane la elección presidencial, no obstante el enorme cúmulo de apoyos que se le han entregado en bandeja de plata.

Está visto que no es suficiente que, durante poco más de cinco años, el presidente se haya aplicado para la conformación de un régimen autoritario, en el cual el presidencialismo es la piedra angular para que se mantenga Morena en el poder.

Las instituciones que por disposición constitucional sirven de contrapeso al Poder Ejecutivo están sometidas y salvo honrosas excepciones como el Poder Judicial, el INAI y en algunas ocasiones el bloque opositor de legisladores en el Congreso federal y en el ámbito local, todas las demás como la CNDH, el mismo INE y el Tribunal Electoral, están infiltrados por afines al régimen, quienes hacen el trabajo sucio que mella la democracia y también los derechos fundamentales de los mexicanos.

Esta cooptación de los contrapesos no es suficiente para evitar la alternancia en el poder, sobre todo, porque a nueve meses y días de que termine la gestión del tabasqueño, los resultados de este gobierno son negativos y en muchos casos desastrosos, por lo que una buena parte de esa población inconforme y afectada, aborrece todo lo que está etiquetado con el sello de la 4T y que, no obstante los panegíricos del régimen y el manoseo en la mayoría de las encuestas, ya existe un voto duro contra AMLO y por ende contra su candidata presidencial.

La rampante corrupción y la inseguridad pública, son apenas la punta del iceberg que está conformado por los desatinos e ineptitud que han comprometido la educación, la salud pública, la viabilidad de las finanzas públicas e incluso la paz social, porque el crimen organizado mantiene el control de vastas regiones del territorio nacional.

Es mentira que el país se encuentra en paz; al contrario, la violencia y la inseguridad han crecido de forma exponencial que mantiene en vilo a los mexicanos y su patrimonio. El cobro por derecho de piso y las extorsiones se hacen a cualquier persona que genere sus propios recursos sin importar el tamaño de sus negocios, incluso hasta a la señora de los tamales le piden cuota los malosos para poder trabajar.

El empresariado tiene que destinar una buena parte de sus presupuestos para proteger sus negocios y asumir una función que le corresponde al Estado y no a ellos.

Entre la mala gestión en el combate por la pandemia de Covid-19, el desabasto de medicamentos y los homicidios dolosos, han fallecido más de un millón y medio de personas.

Ante estas pinceladas en un lienzo en donde prevalece la ineptitud, ha emergido Xóchitl Gálvez, quien, después de varias semanas en donde pagó su curva de aprendizaje al concentrarse en asuntos que no tenían rentabilidad ante los electores, al tiempo de ajustar la nomenclatura partidista que la apoya, porque no es fácil cargar con el PRI y el PAN y en especial con sus dirigentes nacionales, léase Alejandro Moreno y Marko Cortés, que están más preocupados en mantener sus canonjías que en apoyar con todo al proyecto de la hidalguense y de su propósito de convertirse en la primera presidenta de México, ha retomado el camino y se ha fortalecido en cuanto a diseñar todo un paquete de propuestas atractivas, viables y de gran calado.

En menudo lío está metida Sheinbaum, ya que tiene que defender la gestión de López Obrador y ello significa una enorme losa que no la dejará despegar para consolidar su victoria en las urnas.

Cuando ya corran los tiempos oficiales de las campañas, es decir, a partir del mes de marzo, la exjefa del gobierno capitalino tendrá que ponderar si es conveniente seguir defendiendo todo lo que hizo AMLO o emprender una “ruptura acordada con AMLO” para desprenderse de esa lápida que no la dejará crecer.

De hecho, ella ya llegó a su tope en las encuestas y si no ocurre un viraje importante en un eventual discurso disruptivo y propuestas viables de campaña, se llegará a la víspera de la elección con los números en las encuestas serias, muy apretados.

Si Claudia Sheinbaum no tuviera ese lastre que cargar, en estos momentos sería imbatible.

Así que no hay nada para nadie y si metemos a la ecuación que Xóchitl viene muy fuerte en razón de sus ofertas de campaña y de información privilegiada que le están acercando las viudas de los damnificados por las decisiones del mismo presidente, pues de alguna manera se entienden las noches de vela en Palacio Nacional.

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