En 1997 ganó la izquierda mexicana la capital del país con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, dejando atrás la hegemonía priista que gobernó durante más de siete décadas.
Esta alternancia en el poder en la CDMX fue escalando a nivel nacional hasta llegar a 2018, cuando Morena con Andrés Manuel López Obrador gana la elección presidencial y a la fecha esa franquicia con sus aliados políticos gobierna en 23 entidades y, de acuerdo a sus cálculos, podrían incrementar su influencia estatal.
Sin embargo, no todo es color de rosa para el oficialismo, toda vez que ahora en el ex Distrito Federal, se gesta el hartazgo ciudadano ante esa izquierda que por más de 26 años ha sido gobierno en la capital, y que ha sido rebasada por la problemática existente y por los malos gobiernos surgidos primero del PRD y luego de Morena.
Un proyecto político que busca mantenerse en el poder gracias a los programas de política social con tintes electorales y solo eso, tarde que temprano se resquebraja, en virtud de que la población está consciente de que los apoyos se mantendrán, independientemente de quien gane la elección.
En contraparte, el movimiento que emanó desde 2022, por parte de la sociedad civil activa, se ha extendido a lo largo del territorio nacional y cuya génesis fue precisamente en la CMDX en donde se observó el atiborramiento del Zócalo y calles aledañas por parte de esos opositores al régimen y en particular al presidente López Obrador, con tres movilizaciones que destrozaron el mito que manejaban los que se decían dueños de la plaza principal del país y que, con la patente de Corso que presumían tener, se desmoronó con las marchas en defensa de la democracia y del Poder Judicial.
El propio AMLO en una de sus más recientes mañaneras se sinceró al declarar que la capital del país se ha derechizado y ello de suyo, es un mea culpa que refuerza la posibilidad de que ocurra la alternancia en el poder en la Ciudad de México en los comicios del mes de junio.
El presidente calificó a la CDMX como la capital de la manipulación, pues afirmó que en los últimos años, pese a haber sido una ciudad de avanzada, se ha venido empanizando y derechizado.
El mandatario señaló que los chilangos están muy expuestos e indefensos ante campañas en contra del gobierno y “aquí los tienen bien apergollados”.
Insultar a los ciudadanos informados con estos calificativos, solo refuerza la idea del gran temor que tiene el tabasqueño de perder el principal bastión que tiene Morena y sus aliados y con ello, en un efecto dominó, extender esa tendencia al resto del país.
Ante las declaraciones de López Obrador, salieron al paso Martí Batres y Clara Brugada para explicar lo que quiso decir el presidente, pero resultó peor la aclaración que la declaración original.
El miedo que existe entre el oficialismo por perder la capital, derivó en la judicialización de la política con la invención de un cártel inmobiliario compuesto por panistas de cepa en donde se incluyó al propio Santiago Taboada y que seguirán apretando hasta sus últimas consecuencias, para procesar a este personaje y “su camarilla de rufianes”.
Lo cierto es que la persecución judicial de que son objeto los panistas emanados de la alcaldía Benito Juárez, es ridícula y peligrosa para las aspiraciones de los oficialistas, ya que se revertirá ese acoso, tal como sucedió con Andrés Manuel López Obrador con el desafuero que pretendía hacer Vicente Fox en su contra.
En la CDMX es notable el activismo político y capacidad de movilización de la clase media y de los jóvenes que votarán por primera vez en esta elección, además de que hay grandes sectores de los capitalinos que han padecido en carne propia la ineptitud gubernamental, léase pandemia por covid, desabasto de medicamentos, inseguridad, crisis hídrica y ambiental, violación de las libertades, entre otros tantos yerros por parte de los gobernantes emanados de Morena.
Cada insulto del presidente se convierte en un acicate para los capitalinos y ante la enorme posibilidad de que pierda Clara Brugada la elección, no habrá mentira, agravio, ofensa o amenaza que impida que el próximo 2 de junio, atiborren las casillas para darle la espalda al oficialismo.
Como están las cosas ahora, se observa la posibilidad de que Claudia Sheinbaum gane la Presidencia de la República y en la CDMX se alce con el triunfo Santiago Taboada y el bloque opositor conformado por el PAN, PRI y PRD.