Desde San Lázaro

Resultados incomprensibles en la elección

La aplanadora del oficialismo hizo pedazos la esperanza y la ilusión de 28 millones de mexicanos que buscaban un viraje total a un gobierno de un solo hombre.

¿Están equivocadas las personas que votaron por Xóchitl Gálvez? Claro que no. ¿O viven en otro México muy diferente que se construye todas las mañanas desde Palacio Nacional? Tal vez sí; el caso es que, por lo menos, vienen otros seis años en donde se consolidará la presidencia imperial.

La ‘marea rosa’, ese movimiento social conformado principalmente por la clase media que irrumpió en el escenario nacional para alentar a la oposición en su búsqueda de una alternancia en el poder, no ha fracasado, sencillamente sus objetivos se trasladan hacia la elección intermedia del 2027 y por supuesto a los comicios del 2030.

En la democracia las victorias o derrotas no son para siempre.

Lo que queda de la oposición debe agruparse de inmediato, con un reacomodo de liderazgos, con la salida de las dirigencias nacionales de Alejandro Moreno (PRI), Marko Cortés (PAN) y Jesús Zambrano (PRD), además de defender en los tribunales electorales lo que se ganó en las urnas.

¿Aguantará el país otros seis años del gobierno de la transformación? Quien sabe. A decir de Claudia Sheinbaum, si, y no solo eso, sino que con el segundo piso que ella construirá, entraremos a un boom del populismo, en donde los que menos tienen serán los primeros en la escala de prioridades de la doctora y el país vivirá en tiempos de bonanza y en pleno respeto al Estado de derecho y con seguridad pública.

Lo cierto es que vivimos en un mundo bizarro, en donde las cosas son surrealistas o al revés, esa fue la regla de oro en la contienda electoral, o cómo se puede explicar que luego del paso devastador del huracán Otis en el puerto de Acapulco y que es azotado por los criminales y el desdén del gobierno federal, ganó Morena la alcaldía con la reelección de su actual presidenta municipal, Abelina López.

No existen explicaciones congruentes ante el contundente triunfo de Morena y sus oportunistas aliados, PVEM y PT, que se han convertido en dos partidos políticos con suficiente fuerza nacional, incluso, para estar por encima del PRI y casi a la par con el PAN.

El mérito de estas dos franquicias políticas fue montarse en el proyecto de AMLO y como rémoras, navegar a donde indique el presidente.

La teoría del fraude cibernético recobra fuerza entre los derrotados y los 35 millones de votos que respaldaron a la candidata presidencial ganadora, suenan gloriosos ante los 30 millones que alcanzó en 2018 AMLO cuando estaba en la cúspide de su popularidad.

No existe una explicación lógica y congruente que sustente este nivel de apoyo.

Cómo explicar que en dos entidades de las más marginadas del país y azotadas por la violencia y los criminales, Chiapas y Tabasco, el oficialismo alcance votaciones en rangos del 80 por ciento del total del padrón electoral local.

O que en Veracruz haya triunfado la zacatecana Rocío Nahle por más de 20 puntos porcentuales y que uno de los peores gobernadores que ha tenido esa entidad, como es el caso del morenista Cuitláhuac García, sea calificado, por los resultados electorales obtenidos, como un prócer de los veracruzanos.

En la capital del país, en los consulados y embajadas de México hubo filas interminables de votantes que apoyaron a Xóchitl Gálvez y aun así, este ánimo popular en favor de ella no pintó en los resultados finales en el PREP ni en el conteo rápido.

Como siempre sucede, con el paso del tiempo se esclarecerán los entretelones de lo sucedido y las causas que lo originaron, mientras tanto, los mercados han reaccionado de forma expectante ante el carro completo que se llevó el oficialismo en el Congreso y que le ha permitido tener en la Cámara baja, la mayoría calificada y en el Senado la rasguña, lo que le permitirá aprobar lo que se le ocurra a la presidenta de la República.

Por lo pronto, cayeron los activos mexicanos, ya que los operadores temen que con el nuevo gobierno se aprueben reformas antimercado, en tanto, el peso mexicano tuvo una pérdida de 4.40 por ciento o 75 centavos frente al dólar, para cotizarse en 17.7141 unidades y los bonos en dólares fueron los que más cayeron en los mercados emergentes, y los swaps de tasas de interés a 10 años aumentaron 15 puntos básicos.

La aplanadora del oficialismo hizo pedazos la esperanza y la ilusión de 28 millones de mexicanos que buscaban un viraje total de un gobierno de un solo hombre y cuya única visión es la válida, aunque esta implique empeorar la vida de los ciudadanos, particularmente de las clases sociales que menos tienen y por supuesto de las clases medias.

Los discursos de Claudia Sheinbaum del día de su victoria son inclusivos, y de talante reconciliatorio con aquellos que no la favorecieron con su voto, esperemos que con el paso del tiempo y ya investida como presidenta electa y constitucional, no se diluyan para dar paso a un gobierno que solo es para sus simpatizantes.

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