Desde San Lázaro

Presidenta con altura de miras

La dupla De la Fuente-Ebrard garantiza la defensa a ultranza de México en el entorno internacional y recuperar el liderazgo del país en el mundo, en particular en AL.

El primer paquete de colaboradores de la próxima presidenta inspira confianza por el alto perfil académico y trayectoria en el servicio público de los primeros cinco miembros del gabinete y que cuatro de ellos, son netamente afines a Claudia Sheinbaum, como son Juan Ramón de la Fuente, Rosaura Ruiz, Alicia Bárcena y Julio Berdegué, mientras que Marcelo Ebrard ha sido llamado más por su bagaje profesional y relaciones internacionales, amén de su experiencia, para ocupar la cartera de la Secretaría de Economía, dependencia que será clave para fortalecer, por ejemplo, los tratados internacionales como el mismo TLC, al tiempo de proteger la industria nacional ante los embates de la globalización y por supuesto, de nuestros vecinos del norte, sobre todo si Donald Trump se convierte en el próximo presidente estadounidense.

La dupla conformada por De la Fuente-Ebrard garantiza la defensa a ultranza de México en el entorno internacional, al tiempo de recobrar el liderazgo del país en el mundo y en particular en América Latina.

La problemática que representa el tema de la migración requiere capacidad de negociación, conocimiento y tamaños para no plegarse a los designios de la Casa Blanca.

El estado de preguerra que vive el orbe requiere de la fuerza de la diplomacia para desactivarlo.

Comentario aparte merece Ernestina Godoy, quien como fiscal de justicia de la CDMX olvidó la independencia y autonomía que debía ostentar en el desempeño de ese cargo y mejor se plegó a los designios del Ejecutivo de la capital, lo que, al final de cuentas, le resultó con la Consejería Jurídica de la Presidencia.

La reacción de los mercados ante estos primeros integrantes del futuro gabinete fue positiva, al recobrar el peso su terreno frente el dólar y la bolsa de valores cerró estable.

Lo más relevante es que se establece la ruta de sinergias que se deben aglutinar en apoyo a la primera mujer presidenta de México.

Sin embargo, esto no quiere decir que se dé marcha atrás a la reforma del Poder Judicial que busca controlar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la Judicatura Federal y los principales tribunales de las entidades del país, aunque, como lo hemos dicho en otras colaboraciones, hay que esperar a que Claudia Sheinbaum sea investida como presidenta a partir del 1 de octubre, para entonces, efectivamente calibrar su visión sobre el destino de la nación para los próximos años.

En estos primeros siete nombres, efectivamente no se ve la mano de López Obrador, ya que si bien Marcelo y Bárcena son cercanos a él, lo cierto es que se prefirió la capacidad y la experiencia de ellos para incorporarlos al primer paquete del gabinete y si a ello le agregamos a Rogelio Ramírez de la O, ratificado en la SHCP, pues se ha armado un buen trabuco.

De repente sopló una brisa muy agradable en territorio nacional con estos nuevos trazos de la virtual presidenta electa que ha dado sobre un lienzo que ahora está manchado de grises y rojos.

Desde luego, habrá que esperar a los próximos nombramientos que ocuparán la titularidad de la SEP, Gobernación, Seguridad Pública, Bienestar, Salud, Defensa Nacional y Marina, Energía, Comunicaciones, Turismo, Pemex, CFE, IMSS, etcétera, para, primero ver la mano negra del tabasqueño y segundo, vislumbrar las principales líneas estratégicas y políticas públicas que se instrumentarán con el nuevo gobierno.

La apuesta que hace Sheinbaum por la ciencia y la tecnología con el nombramiento de Rosaura Ruiz Gutiérrez como titular de la nueva Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación es muy significativa, toda vez que esta es la piedra angular, junto con la calidad e inclusión en la educación pública, para retomar el camino de la equidad social y el de desarrollo, además de abrir las oportunidades para las nuevas generaciones y de ubicar a México entre las 10 economías más relevantes del mundo.

Con la incorporación de Julio Berdegué a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural se afianza el proyecto de garantizar la soberanía alimentaria que en este sexenio se puso en riesgo, ante la dependencia de alimentos allende nuestras fronteras.

El próximo titular de Agricultura es un profesional en la materia por su formación académica y experiencia en organismos de la ONU como la FAO, además de que participó en el grupo de Diálogos de la Transformación de la campaña, coordinando el eje de desarrollo rural y soberanía alimentaria.

Excelente jugada inicial que vislumbra una presidenta con altura de miras.

COLUMNAS ANTERIORES

Quiero ser juez
Pugna interna por el poder

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.