A 15 días de que se vaya a su casa Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, se le ocurre insistir en la idea de que esa entidad se salga del pacto federal, ya que, según él, no le corresponde la Federación en la misma proporción que los ingresos que genera.
El quid del asunto, más allá de esta amenaza que suena más a locura, es jalar las luces y micrófonos para dejar en el tintero ese candente tema que lo retomará en su periplo rumbo a buscar la candidatura presidencial de Movimiento Ciudadano en 2030. De otra manera no se explica el desliz del aún mandatario estatal, sobre todo cuando tuvo casi seis años para enarbolar esta bandera que, en su momento, otros gobernadores han sacado cuando se sienten castigados por la repartición de las participaciones que hace la SHCP, de Rogelio Ramírez de la O, a las entidades federativas; cuando dejó correr el tiempo por temor de enfrentarse a todo el poder de López Obrador y ahora de la presidenta de México.
Considerada más como un distractor que un tema que merece la atención, la descabellada propuesta de Alfaro de salirse del pacto federal de coordinación fiscal trata de desviar la atención de los jaliscienses y del próximo gobernador, Pablo Lemus, en torno al desbarajuste que deja en el estado que desgobierna, con serios problemas de inseguridad, deuda pública, desabasto de agua y un halo de corrupción que alcanza a varios de sus principales colaboradores como Diego Monraz, tan solo por citar uno de ellos.
En la comparecencia que tuvo el titular de la SHCP ante la Cámara de Diputados, tuvo a bien referirse a la amenaza de Alfaro, al advertir que Jalisco sí tiene una fuerte dependencia de las participaciones federales por hasta el 86% de sus ingresos totales, lo que significa que el mandatario no tuvo la capacidad de generar recursos propios con diversos esquemas tributarios locales que, incluso, van en razón directa con la misma productividad y PIB estatal.
Ramírez de la O deslizó ante los legisladores que Jalisco tendrá recursos presupuestales en 2025 del orden de 139 mil millones de pesos, lo que representa más de 6 mil millones de pesos en relación con el presupuesto de este año.
La fórmula para la distribución de las participaciones a los estados se ha modificado para hacer el reparto más equitativo y justo, al tiempo de no dejar descobijados a las entidades más pobres del país; de hecho, esa es precisamente una de las columnas que sostienen el pacto federal y el mismo federalismo, plasmado en la Carta Magna como una conquista de todos los mexicanos.
El hecho es que el próximo entrenador de futbol le ha dejado un petardo a Pablo Lemus, que de mantenerlo prendido puede arrancar su administración con el pie izquierdo, sobre todo en momentos en que su relación con Claudia Sheinbaum está en un punto óptimo.
Todos los gobernadores, independientemente de su extracción partidista, saben que el cabildeo personal que hacen con la misma jefa del Ejecutivo federal y miembros de su gabinete logra más recursos para las entidades que gobiernan que amenazas como la que acaba de hacer Enrique Alfaro.
Suena más como una gracejada que como algo serio a considerar, aunque en tiempos en que todo es posible en la política; pues en una de esas se engancha el otro gobernador emecista, Samuel García, de Nuevo León, y entonces sí, se enfrentarían a todo el poder del Estado.
¿De cuál fumó? Para que preste, porque de otra manera no se explica que a unos días de dejar el cargo tenga este tipo de ocurrencias; igual en una de esas, le pide a Donald Trump que considere a Jalisco como un estado más de la Unión Americana.
El góber se quiere orinar fuera de la bacinica, lo que en términos coloquiales significa decir disparates o cosas desacertadas o fuera de contexto.
En otras palabras, Alfaro debería tener sus libros blancos completos, esos que tienen registro sobre el estatus en que deja su gobierno amén de todos los casos pendientes que conllevan más pasivos para la entidad. Tan solo hay que recordar que dejará a Pablo Lemus y los siguientes gobernadores compromisos financieros por 45 mil 484 millones de pesos adicionales a la deuda pública directa de 28 mil 292 mdp, según el Paquete Económico 2025.
Es decir, el “chiva de corazón” hereda 73 mil 776 millones de pesos, equivalente al 42.6 por ciento del presupuesto estatal proyectado para el próximo año.
Con el nuevo gobernador en funciones veremos cuántos “muertos debajo de la alfombra” deja Alfaro y si va a ser denunciado o cobijado con el manto de la complicidad.