Desde San Lázaro

Resiliencia ante la incertidumbre

La política proteccionista de Donald Trump puede abrir la puerta a una revalorización de la manufactura local y el consumo de productos nacionales, favoreciendo a las Mipymes.

En medio del pesimismo que prevalece ante las acciones beligerantes de Donald Trump, es necesario mantener la calma y ser resilientes, es decir, tener la capacidad de adaptación frente a situaciones adversas.

Cierto, la renegociación del T-MEC será antes de su conclusión en 2026, y ello, de suyo, con la eventual imposición de aranceles a los productos mexicanos, pone nervioso hasta el más templado de los empresarios, en particular a las Mipymes, que son parte de las cadenas de valor de las exportaciones.

En este sentido, hay que ponderar las propuestas que se hacen desde diversos frentes para ser proactivos y no reactivos en el nuevo escenario económico, político y social.

Hay que recordar que las pequeñas y medianas empresas del país representan más de 99 por ciento de las empresas con 72 por ciento de los empleos que se generan, según datos del INEGI.

Recojo las reflexiones que hace en este sentido Renato Consuegra, en torno, precisamente, a convertir las adversidades en oportunidades.

La imposición de barreras comerciales, buscando priorizar el empleo estadounidense y reestructurar acuerdos como el T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá), parece construir un panorama desalentador para las Mipymes, que dependen en gran medida del comercio exterior y las cadenas de suministro transfronterizas.

Grupo Bimbo, el gigante de la panificación que, pese a su tamaño, ha apostado por la diversificación de mercados desde hace años con su presencia en Asia y Europa, lo que le ha permitido reducir su dependencia del mercado estadounidense. En 2023, la empresa reportó que más de 45 por ciento de sus ingresos provenían de mercados internacionales, lo que la coloca en una posición favorable frente a los posibles cambios en la política comercial de Estados Unidos. Este tipo de estrategias es el modelo a seguir para las Mipymes, que deben fortalecer su presencia en mercados alternativos y no depender exclusivamente del vecino del norte.

Sin embargo, en este contexto también surgen grandes áreas de oportunidad porque la política proteccionista de Trump puede abrir la puerta a una revalorización de la manufactura local y el consumo de productos nacionales. Las Mipymes que logren adaptarse a las exigencias del mercado interno, ampliando su oferta de productos y servicios, pueden encontrar en este cambio una fuente estable de demanda. Muchas de estas empresas podrían aumentar su presencia en mercados locales que históricamente han estado dominados por productos importados, especialmente de Estados Unidos y China. Así que uno de los primeros pasos debe ser el reforzamiento de sus capacidades de innovación, calidad y atención al cliente para aprovechar esta transición hacia lo nacional. Un ejemplo claro es la empresa Dunosusa, que se dedica a la producción y distribución de productos de consumo, y que ha capitalizado el creciente interés por productos mexicanos de calidad. En 2022, esta empresa incrementó sus ventas en el mercado interno un 12 por ciento gracias a su estrategia de fortalecer la producción local y apostar por la cercanía con sus consumidores.

Además, el impulso a las cadenas de suministro dentro de América del Norte puede ofrecer una ventaja competitiva a aquellas empresas mexicanas que logren optimizar sus procesos logísticos y de manufactura. La cercanía con Estados Unidos, aunque bajo un entorno más proteccionista, sigue siendo una ventaja en términos de tiempos de entrega y costos comparativos, por lo que las Mipymes mexicanas que apunten a ofrecer productos de nicho, de alta calidad y con tiempos de respuesta rápidos podrían encontrar en los cambios de políticas un espacio para diferenciarse y ganar competitividad. Un caso notable es Ternium México, una empresa del sector siderúrgico que, al ser parte de una cadena de suministro transnacional, ha sabido aprovechar la cercanía para mejorar su competitividad frente a mercados como el estadounidense, lo que ha permitido a la empresa incrementar sus exportaciones en un 20 por ciento en los últimos dos años, fortaleciendo su base de clientes tanto en México como en otras partes de América.

Sin embargo, para lograr superar estos desafíos y aprovechar las oportunidades, las Mipymes deben tomar acción y el primer paso es fortalecer su competitividad. Esto implica no solo mejorar la calidad de sus productos y servicios, sino también optimizar sus procesos internos, hacer uso de la digitalización para llegar a nuevos consumidores y adoptar tecnologías que les permitan ser más eficientes y ágiles.

El segundo paso es la colaboración. Las Mipymes mexicanas deben unirse, formar redes de apoyo y asociaciones que les permitan compartir costos, conocimientos y mejores prácticas. Las alianzas con otras pequeñas y medianas empresas pueden ser clave para superar las barreras comerciales, ya que les permite acceder a economías de escala y aumentar su competitividad frente a actores más grandes.

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