Desde San Lázaro

Agandalle, la norma de actuación de Morena

Por lustros criticaron a la aplanadora priista, ahora los morenistas se ven más gandallas que sus primos hermanos, y tienen al agandalle como la norma principal de su comportamiento.

Entre la reducción de las prerrogativas de los partidos políticos y la eliminación del Seguro Popular, Morena transita del agandalle a la insensibilidad social.

Agandalle es la constante en las acciones del grupo mayoritario en la Cámara de Diputados, que ahora, en maniobras movidas más por el revanchismo político que por la razón y la equidad, pretenden no sólo quedarse con la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara baja por tres años, sino aniquilar a las minorías al reducir hasta su mínima expresión el financiamiento a los partidos.

Lo que por lustros criticaron a la aplanadora priista, ahora los morenistas se ven más gandallas que sus primos hermanos, y tienen al agandalle como la norma principal de su comportamiento.

En las discusiones y debates en el Congreso prevalece el agandalle antes que las razones y los argumentos. Así es, tan sólo un ejemplo, en la Ley de Extinción de Dominio, aprobada recientemente, pesaron más los puntos de vista de los opositores, pero ganó la aritmética parlamentaria y negociación en lo oscurito.

Desde luego, todas esos dictámenes aprobados sin siquiera tener el soporte jurídico constitucional, necesariamente tendrán que pasar por el crisol de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quien revertirá lo aprobado por los legisladores.

Un nuevo ejemplo del abuso y de sacar ventaja sin miramientos, definición del agandalle, es que de acuerdo con el académico del CIDE, Salomón Chertorivski, la iniciativa para crear el Instituto de Salud para el Bienestar no cuenta con un diagnóstico puntual por lo que una "mala reforma" al sistema de salud "es una negligencia política".

Señaló que uno de los problemas de la iniciativa que presentó, en julio pasado, el diputado Mario Delgado ante la Comisión Permanente para desaparecer el Seguro Popular y en su lugar crear el Instituto de Salud para el Bienestar, es que "no tiene un diagnóstico, no sólo bueno o malo, no cuenta con uno.

"Hay que tener cuidado con lo que se busca, porque las ocurrencias o los prejuicios son malas consejeras del buen diagnóstico", advirtió Chertorivski.

Puntualizó que un mal tratamiento, una cirugía mal hecha, puede considerarse una negligencia médica; una mala reforma al sistema de salud es una negligencia política. Ambos pueden acabar con la vida de personas.

Hay que analizar con detenimiento y a profundidad los razonamientos esgrimidos por el especialista, que contrastados con los expuestos por los legisladores de Morena y del propio López Obrador, tienen mayor peso.

Menciona el exsecretario de Salud que de acuerdo con la iniciativa referida y a lo planteado en su momento por el Ejecutivo federal, el fondo de gasto catastrófico –que hoy tiene 80 mil millones de pesos– se va a utilizar para otros fines "loables", pero "hay que entender con claridad" que estos recursos "no son del gobierno federal para disponer en lo que quiera.

"Esos 80 mil millones de pesos son de los afiliados al Seguro Popular, que año con año el Estado puso, a nombres de ellos, ocho por ciento del recurso, para garantizar en el tiempo, cuando se necesitara esa atención", precisó.

"La insuficiencia no se resuelve quitando, sino poniendo; robusteciendo, no adelgazando; con más recursos, no con menos; es una falacia que con menos se pueda hacer más en salud", subrayó.

Veremos hasta donde llegará el agandalle de Morena, que cree que se perpetuará en el poder; sin embargo, con estas acciones seguramente será debut y despedida.

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