Desde San Lázaro

Delirio de persecución que justifica la incapacidad

El presidente está convencido de que el país empezó a girar en torno a él desde hace varios años.

Por las historias que platica en sus conferencias mañaneras, en algún momento de la historia reciente México dejó de ser diverso y todo el país empezó a girar en torno al hoy presidente Andrés Manuel López Obrador. Todo lo que ocurre en el país se trata de él, y todo recae en él.

Si las mujeres protestan, es porque quieren desestabilizar su gobierno; si los medios le critican, es porque les ha retirado privilegios a los directivos de los medios impresos, de la radio y la televisión; si los padres de niños y niñas con cáncer protestan por la falta de medicamentos oncológicos, es porque son manipulados en su contra por la mafia que controlaba la venta de medicinas en el país, y si a su hermano lo cachan recibiendo dinero ilegal, lo justifica diciendo que es una estrategia de sus adversarios para dañar su imagen. El país girando en torno a él.

También de acuerdo con sus historias, el país empezó a girar a su alrededor desde varios años atrás.

En el capítulo más reciente de la novela mañanera 'El país soy yo', el presidente López Obrador narró que en uno de los debates por la presidencia en las elecciones de 2012, apareció "una señora muy bella, esbelta, para entregarnos los boletos y las cámaras ahí para ver qué iba yo a hacer. Claro, hubo uno que…pero no pasó nada, no pasó nada, pero era para mí".

Sin embargo, quienes recuerdan ese capítulo saben que, en realidad, los ojos no estaban puestos en López Obrador. En ese momento, nadie esperaba una reacción suya, pues las encuestas ya apuntaban a un triunfo de Enrique Peña Nieto, y muy probablemente lo que se esperaba era ver la reacción de quien finalmente ganó la elección, ante la presencia de la famosa edecán, Julia Orayen.

En ese momento las encuestas ponían a Peña por delante con 44.7 por ciento, y a López Obrador muy por debajo con 28.5 por ciento. Con esos números, es claro que si la presencia de Julia Orayen fue una estrategia distractora, no iba dirigida a él.

El presidente está convencido de que el país empezó a girar en torno a él desde hace varios años. Tan es así que asegura que medios de comunicación de otros países confabulan en su contra, y son parte de una mafia que controlaba la información pública.

Cuando el país empieza a girar alrededor tuyo estás obligado a ser ejemplar, y si tienes altas responsabilidades estás obligado a dar buenos resultados. De otra manera, corres el riesgo de que la sociedad empiece a cuestionar tu actuación y tus resultados.

Para el presidente López Obrador, que el país gire en torno suyo es normal. Como así ha sido desde hace varios años, es fácil entender que la manifestación de las mujeres fue "un acto de provocación abierto, descarado". Para él es fácil darse cuenta de que la realidad publicada por los medios, que en general se contrapone a lo que él señala todos los días, es la versión de los conservadores neoliberales que se oponen al avance del país y a la transformación emprendida en diciembre de 2018.

Y como el país gira en torno suyo, también ha perdido de vista que el gobierno no está actuando, está fallando y está quedando a deber. Nada más peligroso para un presidente que el país empiece a girar en torno suyo, porque en ese momento todo deja de importar, todo se vuelve secundario, y nada más se aprecia lo que a él conviene. Y mientras, el país sigue girando, pero en sentido contrario.

COLUMNAS ANTERIORES

Covid al acecho; gobierno indolente
Quitar contrapesos a la presidencia imperial

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.