Desde San Lázaro

Deuda y más deuda, y dónde está el dinero

La deuda contratada por el gobierno de López Obrador no tiene antecedente alguno en México.

Con la aprobación de la Ley de Ingresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2021, por parte de la Cámara de Diputados, se observa que el endeudamiento en la administración del presidente López Obrador va en aumento hasta llegar a alcanzar niveles de 60 por ciento del PIB.

En la Ley de Ingresos para 2021 se estima un monto de endeudamiento neto interno de hasta 757 mil millones de pesos.

Cuando uno analiza el dictamen de la Ley de Ingresos 2021, se observa que el problema es que la deuda como proporción del PIB ronda niveles que deben prender las alertas rojas, esto sin que haya habido un programa de estímulos a la economía.

Si consideramos que en 2020, la deuda podría incrementar 15 puntos del PIB, al pasar de 44.7 por ciento a 59.2, entonces en 2021 el endeudamiento seguirá al alza, hasta llegar a un punto en donde el recurso generado se destinará tan sólo para pagar el capital y su servicio.

En 2020, la deuda pública va a crecer el doble que durante todo el sexenio de Enrique Peña Nieto y así establecer una marca inédita, con lo que desmiente lo dicho por AMLO de que su administración no va a incrementar la deuda con respecto al PIB.

Y si consideramos que en la Ley de Ingresos para 2021 hay un rango aprobado hasta por 757 mil millones de pesos, pues los pronósticos apuntan a que la deuda contratada por este gobierno no tiene antecedente alguno en México.

Vayamos por partes, en la sesión que inició el 19 de octubre y que continuó hasta el día de ayer, los diputados avalaron el proyecto de ley cuyo monto a captar se estima en seis billones 262 mil 736.2 millones de pesos.

De dicho monto, 3 billones 533 mil 31.1 mdp corresponde a impuestos sobre los ingresos; 381 mil 835.8 mdp a cuotas y aportaciones de seguridad social; 58 mdp a contribuciones de mejoras; 42 mil 267.7 mdp a derechos; 9 mil 364.8 mdp a productos; 119 mil 458.2 mdp a aprovechamientos.

Además, un billón 76 mil 892 mdp a ingresos por ventas de bienes, prestación de servicios y otros ingresos; 343 mil 39 mdp a transferencias, asignaciones, subsidios y subvenciones, y pensiones y jubilaciones; y 756 mil 789.6 mdp a ingresos derivados de financiamientos. La recaudación federal participable se proyecta en 3 billones 351 mil 759.7 md

Durante la sesión del Pleno, diputadas y diputados de Morena, PAN, PRI, PT, MC, Encuentro Social y PRD fijaron sus posicionamientos sobre el dictamen con proyecto de decreto que expide la Ley de Ingresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal de 2021 y varios de ellos fueron en torno a la deuda a contratar para el siguiente año y por supuesto a los recursos que se van a utilizar para enfrentar la contingencia causada por el Covid-19.

El diputado Antonio Ortega Martínez (PRD) dijo que el dictamen no cambió prácticamente en nada la iniciativa enviada por el Ejecutivo federal. "Es evidente la urgencia de rectificar no sólo por el estancamiento económico que ya era crónico aún antes de la pandemia, sino ahora agravada con la crisis ocasionada por la emergencia sanitaria".

Por el PRI, el diputado Fernando Galindo Favela destacó que la Ley de Ingresos es inercial y no está adecuada a la realidad ni a la crisis más profunda que se vive. Llamó a ser realistas en las estimaciones macroeconómicas. "Hay cero incentivos económicos y apoyos para las Mipymes; no se garantizan los recursos para atender la emergencia sanitaria y persiste la deuda".

El diputado Higinio Del Toro Pérez (MC) sostuvo que con esta ley no habrá el crecimiento que se dijo, "ni habrá la generación de empleos que tanto le hace falta a este país para la reactivación económica, ni apoyos para las micro, pequeñas y medianas empresas que son los verdaderos motores de la reactivación económica".

Más deuda y menos apoyos para la atender la crisis económica, entonces de inmediato surge la pregunta: ¿a dónde se están canalizando estos vastos recursos? Y la respuesta está en boca de todos: a los programas político asistenciales del actual régimen, además de las tres obras insignia de AMLO que a la postre no servirán ni para paliar la crisis energética, ni para mejorar la conectividad aérea en el centro del país cuando la demanda esté a los niveles del año pasado y mucho menos para detonar el crecimiento económico del sureste del país.

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